Después de que Coco Gauff, de 19 años, ganara el sábado su primer título de Grand Slam en el campeonato femenino de tenis del US Open, el Abierto de Estados Unidos, esta se arrodilló, apoyó los codos en su banca, juntó las manos y las llevó a la frente con los ojos cerrados.
Para muchos espectadores, estaba claro que la primera adolescente estadounidense que ganaba un torneo importante desde que Serena Williams lo hiciera en 1999 había interrumpido su celebración para rezarle a Dios.
Por eso, muchos internautas, entre ellos el miembro del Salón de la Fama del Fútbol Profesional Tony Dungy, no estuvieron de acuerdo con la forma en que el programa "SportsCenter" de ESPN describió las acciones de Gauff tras el partido.