El domingo 3 de septiembre se cumplieron 35 años de la beatificación de Laura Vicuña, quien sufrió acoso sexual, maltratos, y ofreció su vida por la conversión de su madre. Por ello, en Chile, su país natal, se realizó una peregrinación de numerosas jóvenes.
La cita se dio el 2 de septiembre en el Cerro Colorado de Santiago de Chile, donde se eleva un santuario en honor a la beata. Allí, en la explanada, se celebró la Santa Misa que fue presidida por el Arzobispo de Santiago, Cardenal Celestino Aos.
En su homilía, el Purpurado recordó que las crónicas indican que Laura Vicuña, alumna de las Hijas de María Auxiliadora (FMA), murió contenta, sabiendo que era hija de la Virgen María. Pero no tuvo una vida fácil.