Papa Francisco: "Usted ha hablado de evitar las presiones ideológicas. En el Sínodo no hay lugar para la ideología, es otra dinámica. El Sínodo es diálogo, entre bautizados, entre miembros de la Iglesia, sobre la vida de la Iglesia, sobre el diálogo con el mundo, sobre los problemas que afectan hoy a la humanidad. Pero cuando se piensa (en tomar ndr) un camino ideológico, el Sínodo se acaba. En el Sínodo no hay lugar para la ideología, hay lugar para el diálogo. Para confrontarnos, entre hermanos, y confrontar la doctrina de la Iglesia. Seguir adelante. Luego quiero subrayar que la sinodalidad no es un invento mío: fue de San Pablo VI. Cuando terminó el Concilio Vaticano II se dio cuenta de que en Occidente la Iglesia había perdido la dimensión sinodal; la Iglesia de Oriente la tiene. Por eso creó la Secretaría del Sínodo de los Obispos, que en estos sesenta años ha llevado adelante la reflexión de manera sinodal, con un progreso continuo, avanzando. Cuando se cumplieron cincuenta años de esta decisión de san Pablo VI firmé y publiqué un documento sobre lo que es el Sínodo, sobre lo que ha ido adelante. Y ahora ha avanzado, ha madurado más, y por eso me pareció muy bien tener un Sínodo sobre la sinodalidad, que no es una moda, es una cosa antigua, la Iglesia de Oriente la ha tenido siempre. Pero, ¿cómo vivir la sinodalidad? Es vivirla como cristiano. Y, como decía antes, sin caer en ideologías. El proceso de la asamblea: hay una cosa que debemos cuidar, el ambiente sinodal. Esto no es un programa de televisión en el que hablamos de todo. No. Hay un momento religioso, hay un momento de intercambio religioso. Piensa que en las introducciones sinodales hablarán de tres a cuatro minutos cada uno, tres (intervenciones, ndr) y luego habrá de tres a cuatro minutos de silencio para la oración. Luego otros tres, y oración. Sin este espíritu de oración no hay sinodalidad, es política, es parlamentarismo. El Sínodo no es un parlamento. Sobre el secreto: hay un departamento dirigido por el doctor Ruffini, que está aquí, y que hará los comunicados de prensa sobre la marcha del Sínodo. En un Sínodo hay que guardar la religiosidad y guardar la libertad de las personas que hablan. Por eso habrá una comisión, presidida por el Dr. Ruffini, que se encargará de informar sobre la marcha del Sínodo.
Antonio Pelayo (Vida Nueva)
Santo Padre, usted acaba de hablar del Sínodo y todos estamos de acuerdo con usted en que este Sínodo despierta mucha curiosidad e interés. Desgraciadamente, también despierta muchas críticas procedentes de círculos católicos. Quiero referirme a un libro prologado por el cardenal Burke que dice que el Sínodo es la caja de Pandora de la que saldrán todas las calamidades para la Iglesia. ¿Qué opina de esta postura? ¿Cree que será superada por la realidad o que condicionará el Sínodo?
Papa Francisco: No sé si lo he dicho alguna vez. Hace unos meses llamé a una carmelita. "¿Cómo están las monjas, Madre Superiora?". Era un Carmelo no italiano. Y me contestó la priora. Y al final me dice: "Santidad. Tenemos miedo con el Sínodo". "Pero ¿qué pasa? - le digo bromeando- ¿queréis enviar a una monja al Sínodo?". "No, tenemos miedo de que nos cambie la doctrina". Y esto es lo que tú dices: existe esta idea... Pero si vas a la raíz de estas ideas encontrarás ideologías. Siempre, cuando en la Iglesia se quiere desprender el camino de la comunión, lo que siempre se desprende es la ideología. Y acusan a la Iglesia de esto o de lo otro, pero nunca la acusan de lo que es verdad: pecadora. Nunca dicen pecadora... Defienden una doctrina entre comillas, que es una doctrina como el agua destilada, no tiene sabor a nada y no es la verdadera doctrina católica que está en el Credo. Y eso tantas veces escandaliza; como escandaliza la idea de que Dios se hizo carne, de que Dios se hizo Hombre, de que la Virgen conservó su virginidad. Eso escandaliza.