En 1994, el Congreso chileno decretó que cada 18 de agosto se celebre en el país el Día de la Solidaridad, en recuerdo de San Alberto Hurtado, fallecido en esa fecha del año 1952.
San Alberto Hurtado fue un modelo de solidaridad con el prójimo por su espíritu de servicio, empatía y amor.
Sus actos se basaban en la convicción de que "el pobre es Cristo"; vivía y llamaba a vivir en consecuencia, con una "devoción cariñosa por el pobre".