El P. Labib Deibs, párroco de la parroquia latina de Yenín, al norte de Cisjordania, suplicó a Dios por la paz desde el templo que fue seriamente dañado por una explosión y por las balas durante una operación militar de Israel a inicios de esta semana. El sacerdote contó el drama que vivió y la solidaridad que viene recibiendo especialmente de parte de los jóvenes.
En declaraciones recogidas por el Patriarcado Latino de Jerusalén, el P. Deibs explicó que durante las recientes intervenciones militares israelíes al campo de refugiados de Yenín, que cobraron la vida de unos 12 palestinos y de 1 soldado israelí, él se encontraba en la rectoría de la parroquia.
La explosión que se produjo fuera de la iglesia rompió las ventanas, afectó la infraestructura y dañó el sistema eléctrico. Ante esto, el sacerdote informó lo sucedido al Patriarcado Latino y envió fotos de cómo había quedado el templo.