Este 3 de julio se celebra al Apóstol Santo Tomás, a quien Cristo se le apareció y le encomendó evangelizar la India. En una ocasión, Jesús envió un milagroso relámpago a los enfermos y el santo lo aprovechó para comunicar las 12 instancias de las virtudes.
Cierto día Santo Tomás reunió a muchos pobres y ubicó a los enfermos en un sitio especial. Luego rezó por ellos, y cuando sus seguidores dijeron "Amén", un luminoso relámpago brilló sobre los cielos por una media hora.
Todos se postraron en tierra creyendo que habían muerto, pero el Apóstol, permaneciendo en pie, les dijo: "Levántense. El Señor, en forma de centella, ha venido en su ayuda y los ha curado".