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Miércoles 1 de octubre
Evangelio según San Lucas, capítulo 9, versículos del 57 al 62
El seguimiento de Jesús.
57 Cuando iban caminando, alguien le dijo: "Te seguiré a donde quiera que vayas". 58 Jesús le dijo: "Las raposas tienen guaridas, y las aves del cielo, nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza". 59 Dijo a otro: "Sígueme". Este le dijo: "Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre". 60 Respondióle: "Deja a los muertos enterrar a sus muertos; tú, ve a anunciar el reino de Dios". 61 Otro más le dijo: "Te seguiré, Señor, pero permíteme primero decir adiós a los de mi casa". 62 Jesús le dijo: "Ninguno que pone mano al arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios".
Comentario
60. Los muertos que entierran a sus muertos son los que absortos en las preocupaciones mundanas no tienen inteligencia del reino de Dios (cf. I Cor. 2, 14). Ni este aspirante, ni los otros dos llegan a ser discípulos, porque les falta el espíritu de infancia y prefieren su propio criterio al de Jesús. Véase II Cor. 10, 5: "Y toda altanería que se levanta contra el conocimiento de Dios. (Así) cautivamos todo pensamiento a la obediencia de Cristo".
Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios

