Viernes 6 de diciembre
Jesús da vista a dos ciegos.
27 Cuando salía Jesús de allí, dos ciegos lo siguieron, gritando: "¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!" 28 Y al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y Jesús les dijo: "¿Creéis que puedo hacer eso?" Respondiéronle: "Sí, Señor". 29 Entonces les tocó los ojos diciendo: "Os sea hecho según vuestra fe". Y sus ojos se abrieron. 30 Y Jesús les ordenó rigurosamente: "¡Mirad que nadie lo sepa!". 31 Pero ellos, luego que salieron, hablaron de Él por toda aquella tierra.
Comentario
27. Hijo de David, esto es, en el sentir de
los judíos, el Mesías prometido.
San Mateo además da comienzo a su Evangelio con el abolengo de Jesús,
comprobando con esto que Él, por su padre adoptivo, San José,
desciende legalmente en línea recta de David y Abrahán, y que
en Él se han cumplido los vaticinios del Antiguo Testamento, los cuales
dicen que el Mesías prometido ha de ser de la raza hebrea de Abrahán
y de la familia real de David. La genealogía no es completa. Su carácter
compendioso se explica, según San Jerónimo, por el deseo de
hacer tres grupos de catorce personajes cada uno. Esta genealogía es
la de San José, y no la de la Santísima Virgen, para mostrar
que, según la Ley, José era padre legal de Jesús, y Éste,
heredero legal del trono de David y de las promesas mesiánicas. Por
lo demás, María es igualmente descendiente de David; porque
según San Lucas 1, 32, el hijo de la Virgen será heredero del
trono "de su padre David". Sobre la genealogía que trae S.
Lucas, y que es la de la Virgen, véase Lucas 3, 23.
Por último, según los resultados de las investigaciones modernas
hay que colocar el nacimiento de Jesús algunos años antes de
la era cristiana determinada por el calendario gregoriano, o sea en el año
747 de la fundación de Roma, más o menos. Al no hacerlo así,
resultaría que Herodes habría ya muerto a la fecha de la natividad
del Señor, lo cual contradice las Sagradas Escrituras. Ese hombre impío,
murió en los primeros meses del 750.
Estos comentarios
corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario
de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE
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