ACI Digital
Evangelio para cada día
Domingo 4 de junio
Evangelio según San Marcos, capítulo 16, versículos del 15 al 20
16 Quien creyere y fuere bautizado, será salvo; mas, quien no creyere, será condenado. 17 Y he aquí los milagros que acompañarán a los que creyeren: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas, 18 tomarán las serpientes; y si bebieren algo mortífero no les hará daño alguno; sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán".
Ascensión del Señor.
19 Y el Señor Jesús, después de hablarles, fue arrebatado al cielo, y se sentó a la diestra de Dios. 20 En cuanto a ellos, fueron y predicaron por todas partes, asistiéndolos el Señor y confirmando la palabra con los milagros que la acompañaban.
Comentario
16. Sobre esta precedencia de la fe véase Hech. 2, 41: "Aquellos, pues, que aceptaron sus palabras, fueron bautizados y se agregaron en aquel día cerca de tres mil almas". Aquellos que aceptaron sus palabras: Porque sin tener fe no podían ser bautizados. "La primera función ministerial es la de la palabra, que engendra la fe. A la profesión de fe sigue el Bautismo, en nombre de la Santísima Trinidad, que es el rito de introducción al reino de Jesucristo" (Card. Gomá). Cf. 4, 4; 8, 37 y notas; y Col. 2, 12: "Habiendo sido sepultados con El en el bautismo, donde así mismo fuisteis resucitados con El por la fe en el poder de Dios que le resucitó de entre los muertos".
Sepultados con El: Fillion hace notar que el mejor comentario de este pasaje lo da el mismo S. Pablo en Rom. 6, 3 s., y que el Bautismo era administrado originariamente por inmersión y figuraba así, primero la muerte y sepultura del hombre viejo, y luego la resurrección del hombre nuevo (cf. Const. Apost. 3, 17). Por la fe, etc.: es decir, que esta fe en la resurrección del Hijo hecha por el Padre ha de ser anterior al Bautismo. Así lo dice el Señor en Marc. 16, 16 y lo vemos en Hech. 2, 41; 8, 36 s., etc. Como observa el Cardenal Gomá, el Bautismo es posterior a la profesión de fe, y esta fe viene de la palabra, la cual es, como él dice, "la primera función ministerial". En el bautismo de los párvulos se supone que éstos piden previamente esa fe a la Iglesia, y luego hacen profesión de ella por medio de los padrinos.19. Se sentó a la diestra de Dios: Jesús, terminada así su misión de Maestro y su epopeya de víctima redentora, inicia aquí la plenitud de su misión (v. 11 y nota), esencialmente sacerdotal, intercediendo sin cesar por nosotros ante el divino Padre, a quien presenta sus llagadas manos, desbordantes de sus méritos infinitos (S. 109, 1 y 4; Hebr. 5, 6; 7, 25; Rom. 8, 34) hasta que llegue la hora en que el Padre le cumpla la promesa de ponerle a sus enemigos por escabel de sus pies (I Cor. 15, 25; Hebr. 1, 13; 10, 13; Ecli. 24, 14).
20. El final de este Evangelio (vv. 20) falta en muchos códices antiguos. Su inspiración fue definida en el Concilio Tridentino. Críticamente consta de su autenticidad.
Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios

