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Martes 18 de abril

Evangelio según San Juan, capítulo 13, versículos del 21 al 33; 36 al 38


Jesús denuncia al traidor.

21 Habiendo dicho esto, Jesús se turbó en su espíritu y manifestó abiertamente: "En verdad, en verdad, os digo, uno de vosotros me entregará". 22 Los discípulos se miraban unos a otros, no sabiendo de quién hablaba. 23 Uno de sus discípulos, aquel a quien Jesús amaba, estaba recostado a la mesa en el seno de Jesús. 24 Simón Pedro dijo, pues, por señas a ése: "Di, ¿quién es aquel de quien habla?" 25 Y él, reclinándose así sobre el pecho de Jesús, le preguntó: "Señor, ¿quién es?" 26 Jesús le respondió: "Es aquel a quien daré el bocado, que voy a mojar". Y mojando un bocado, lo tomó y se lo dio a Judas Iscariote, hijo de Simón. 27 Y tras el bocado, en ese momento, entró en él Satanás. Jesús le dijo, pues: "Lo que haces, hazlo más pronto". 28 Mas ninguno de los que estaban a la mesa entendió a qué propósito le dijo esto. 29 Como Judas tenía la bolsa, algunos pensaron que Jesús le decía: "Compra lo que nos hace falta para la fiesta", o que diese algo a los pobres. 30 En seguida que tomó el bocado, salió. Era de noche.

El mandamiento nuevo.

31 Cuando hubo salido, dijo Jesús: "Ahora el Hijo del hombre ha sido glorificado, y Dios glorificado en Él. 32 Si Dios ha sido glorificado en Él, Dios también lo glorificará en Sí mismo, y lo glorificará muy pronto. 33 Hijitos míos, ya no estaré sino poco tiempo con vosotros. Me buscaréis, y, como dije a los judíos, también lo digo a vosotros ahora: "Adónde Yo voy, vosotros no podéis venir".

Anuncia la negación de Pedro.

36 Simón Pedro le dijo: "Señor, ¿adónde vas?" Jesús le respondió: "Adonde Yo voy, tú no puedes seguirme ahora, pero más tarde me seguirás". 37 Pedro le dijo: "¿Por qué no puedo seguirte ahora? Yo daré mi vida por Ti". 38 Respondió Jesús: "¿Tú darás tu vida por Mí?" En verdad, en verdad, te digo, no cantará el gallo hasta que tú me hayas negado tres veces".

Comentario

23. Aquel a quien Jesús amaba, es el mismo Evangelista, quien por modestia oculta su nombre (véase 1, 39). Recostado quiere decir que Juan, según la costumbre oriental, estaba echado delante de Jesús, apoyándose sobre el codo izquierdo, con el pecho vuelto al Maestro.

26. El bocado: no se dice de pan, ni que fuese mojado en vino, ni puede pensarse que Jesús daba a Judas la Eucaristía para que la recibiese sacrílegamente (Scio).

27. En ese momento entró en él Satanás: Juan recalca el momento preciso, para distinguir esta posesión diabólica total de Judas del designio del v. 2, que Satanás "había puesto en su corazón". Lucas coloca antes de la cena pascual esa posesión diabólica y el pacto con los sacerdotes para entregarles a Jesús (Luc. 22, 3 - 7 ss.), en lo cual coincide con Mat. 26, 14 ss. y Marc. 14, 10 ss., que sitúan ese pacto inmediatamente después de la cena de Simón el leproso. De ahí han supuesto algunos que esta cena del lavatorio de pies pudiese ser, como aquella que se le dio en Betania seis días antes (12, 1; Mat. 26, 6 ss.; Marc. 14, 3 ss.), anterior a la de Pascua (cf. v. 1). Se observa que falta aquí toda mención de la Eucaristía, que traen los tres sinópticos, y de la preparación de la Cena pascual (Mat. 26, 17 ss.; Marc. 14, 12 ss.; Luc. 22, 7 ss.); que esa fiesta se da aquí por futura (v. 29); que los discípulos parecen ignorar aún la culpa de Judas (v. 28), cosa que en la otra Cena se hizo pública (Mat. 26, 21 - 25); que la negación de Pedro (v. 38) no fue anunciada para esa misma noche (como lo fue en Mat. 26, 34; Marc. 14, 30; Luc. 22, 34); que Judas al salir ya de noche (v. 30) no pudo tener tiempo para convenir la entrega de Jesús esa misma noche; que los caps. 14 y 15 no aparecen continuando los anteriores como los caps. 16, 17 y 18; que el himno dicho al final de la Pascua (Mat. 26, 30) no pudo ser la oración del cap. 17 sino el Hallel (S. 112 - 17); que ambas Cenas tienen ya cada una su gran contenido propio e independiente (cf. v. 5 y); y que, en fin, los sinópticos escribieron cuando aun continuaba el apostolado sobre Israel, en tanto que Juan escribió casi treinta años después de haber rechazado Israel la predicación apostólica (Hech. 28, 25 ss.) y de la destrucción de Jerusalén y del Templo que siguió muy luego; por lo cual pudo Juan tener algún propósito especial provocado por esos grandes acontecimientos. Hazlo más pronto (así también de la Torre). ¡Es la urgencia de Luc. 12, 50 y 22, 15! La invitación parecería dirigida a Satanás que había entrado en Judas (cf. Luc. 8, 30) y que al promover la inmolación del Cordero no pensó por cierto que servía de instrumento al Redentor. Cf. v. 31 y nota; Hech. 13, 27; I Cor. 2, 8. 31 s. Ahora... ha sido: Los expositores suelen verse en aprietos para explicarse literalmente este verbo en tiempo pasado, que estaría en oposición con toda la economía de la Escritura, según la cual la glorificación de Jesús tuvo lugar cuando el Padre lo sentó a su diestra (cf. 16, 7; S. 109, 1). El evangelista sin embargo da a entender su pensamiento al poner en futuro el v. 32 y al señalar que Jesús dijo esto en el momento en que salió Judas para consumar su obra. Es como si dijera: "echada está la suerte. Debo padecer para entrar en mi gloria (Luc. 24, 26), y ahora tiene principio de ejecución el proceso que me llevará a glorificar al Padre y ser glorificado por El".

36. No puedes seguirme ahora, porque no estás confirmado en la fe, como se verá luego en sus negaciones. Lo seguirá más tarde hasta el martirio, cuando haya recibido el Espíritu Santo. Cf. 21, 19; II Pedr. 1, 14.

38. En lugar de anunciar anticipadamente el bien que nos proponemos hacer, cuidemos de proveernos de los auxilios sobrenaturales para poder cumplirlo. "Sin Mí, dice Jesús, nada podéis hacer" (15, 5). Cf. I Cor. 3, 5.

Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios


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