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Día 8 y 9

QUE LOS MÁRTIRES NOS ENSEÑEN A SEGUIR SIENDO FIELES PIDE EL PAPA

ROMA, 14 (ACI).- Con una imponente Misa celebrada en la Plaza Józef Pitsudski de la capital polaca, el Papa Juan Pablo II beatificó a 108 mártires polacos víctimas de la persecución nazi contra la Iglesia y pidió a sus connacionales mantenerse fieles a la fe transmitida y defendida por estos héroes del siglo XX.

En la misma plaza donde 20 años atrás el Papa celebrara el primer encuentro con su país natal como Pontífice, el Papa dio gracias por los frutos traídos en las últimas dos décadas, y evocó el testimonio de los 108 mártires beatificados, aquellos que " dieron la vida por Cristo para poseerla por lo siglos en su gloria"

"Que su testimonio sensibilice a los discípulos de Cristo de hoy en las necesidades de los demás; que los aliente a un servicio desinteresado, en el espíritu de amor a Dios y al prójimo. Que se convierta en el indicador del camino de todos aquellos que desean la santidad", dijo el Papa, al destacar la pluralidad del grupo de los nuevos beatos, entre los que se encuentran 3 obispos, 52 sacerdotes diocesanos, 26 sacerdotes religiosos, 7 religiosos no sacerdotes, 8 religiosas 3 seminaristas, y 9 laicos.

El Pontífice habló de Polonia como la nación que "llevando por mil años las huellas de la pasión del Señor, es constantemente regenerada por la semilla de la sangre de los mártires y extrae vida con la memoria de su victoria en la tierra".

El Santo Padre señaló que la victoria celebrada hoy "tiene un carácter especial, porque fue compartida igualmente por clérigos y laicos por igual, por jóvenes y viejos, por personas de diferentes clases y estados".

"Los beatos mártires claman a nuestro corazón: ¡Creed en Aquel que es amor!", exclamó el Papa, "¡Crean en Él en los buenos tiempos y en los malos, despertad vuestra esperanza para que produzca en vosotros los frutos de la fidelidad a Dios en toda prueba!", agregó.

Otras actividades

El Papa mantuvo ayer un intenso programa de actividades. Tras la recitación del Angelus en la misma Plaza Józef Pitsudski, dirigió una breves palabras en el aeropuerto al personal de la empresa aérea polaca LOT y al personal de las instalaciones, donde con palabras sencillas destacó la labor "silenciosa y oculta" de quienes trabajan lejos de la vista del público.

Por la tarde, el Pontífice presidió una Liturgia de la Palabra en la Catedral de San Miguel y San Florián, donde volvió a invitar a los polacos –especialmente a los sacerdotes- a avivar su piedad eucarística.

 

CAÍDA DEL SÁBADO NO AFECTÓ RITMO DEL PONTÍFICE

ROMA, 14 (ACI).- A pesar de la caída que sufrió al comenzar el día y de los tres puntos de sutura que requirió para cerrar una pequeña herida en la sien derecha , el Papa Juan Pablo II mantuvo inalterados sus compromiso del sábado y de ayer.

Según el Director de Prensa de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls, la herida fue producto de una caída "que no ha tenido ningún efecto neurológico" y que se produjo por un resbalón en la mañana del sábado en la Nunciatura Apostólica en Varsovia.

A lo largo de este extenso viaje de trece días por su Polonia natal, el Papa ha hecho un despliegue sorprendente de fortaleza física, sin por ello ocultar sus limitaciones.

Emili Blasco, enviado especial del Diario español ABC, señalaba al respecto que el pasado viernes, cuando la agenda presentaba diez actos distintos a lo largo de doce horas, más de un agotado periodista consideraba inexplicable que el Papa resistiera semejante trajín".

"Incluso Juan Pablo II ha ido más allá del ya apretado programa de la visita", decía Blasco, al comentar cómo el Pontífice a su llegada, en Dansk, desbarató los planes de seguridad al trasladarse a un centro ecuménico, cuya bendición le había pedido el capellán de "Solidaridad".

 

EL VERDADERO ECOLOGISMO DEBE SER PRO-VIDA, ACLARA EL PAPA

ROMA, 14 (ACI).- El Papa Juan Pablo II proporcionó nuevamente los fundamentos de una auténtica ecología cristiana al asociar el tema de la preocupación con el medio ambiente con la opción por la vida y el respeto a la persona humana.

"Es realmente imposible oponerse a la destrucción del medio ambiente a la vez que se permite, en nombre de la comodidad y la conveniencia, el asesinato del no nacido y la muerte inducida de los ancianos y enfermos, y la realización, en nombre del progreso, de intervenciones y formas inaceptables de experimentación al inicio mismo de la vida humana", dijo el Pontífice el día sábado ante una audiencia de 150,000 personas que aplaudieron con entusiasmo al escuchar estas palabras.

"Cuando el bien de la ciencia o de los intereses económicos prevalecen sobre el bien de la persona, y en última instancia sobre el de las sociedades en su conjunto, la destrucción del medio ambiente es un signo de un verdadero desprecio por el hombre", explicó el Santo Padre, renovando así el concepto de una auténtica "ecología humana" tal como lo expresó en la Encíclica Centesimus Annus.