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Día 6

EL PAPA ELOGIÓ HEROISMO DE GRECO-CATÓLICOS

ROMA, 11 (ACI).- Durante una Misa en honor de los Beatos Mártires de la región de Podlasie, realizada en la explanada "Blonia Siedleckie", el Papa Juan Pablo II destacó el testimonio de fe, valentía y verdad que profesó el Beato Wincenty Lewoniuk y sus doce compañeros.

Tras un día de reposo, el Santo Padre se trasladó en helicóptero ayer por la mañana a la ciudad de Siedlce, en donde celebró al Eucaristía con la participación de un numeroso grupo de fieles greco-católicos -Católicos de rito oriental-.

En la homilía, el Papa recordó que en la diócesis de Siedlce y en concreto en la localidad de Pratulin estos mártires "dieron testimonio de su fe en Cristo en su Santa Iglesia... En el mundo en el que les tocó vivir trataron de derrotar al mal que se propagaba, con valentía, con la verdad y el bien, y quisieron contrarrestar con amor el arreciar del odio".

El Santo Padre destacó la manera en que "esta gente sencilla, padres de familia, en el momento crítico prefirieron morir antes que ceder a presiones contra su conciencia...Les damos las gracias por este testimonio, que debería convertirse en el patrimonio de toda la Iglesia en Polonia para el tercer milenio que se va aproximando. Dieron su gran contribución a la construcción de la unidad".

Durante su homilía Juan Pablo II manifestó la necesidad de dar un verdadero testimonio de fe frente a la realidad que atraviesa el mundo actual y señaló que "es necesario un testimonio valiente de fidelidad a la Iglesia y de responsabilidad hacia la Iglesia".

El Papa se refirió de manera especial a la misión de los laicos frente a las amenazas que significan las sectas, las manipulaciones de la verdad y las "actitudes de egoísmo, de injusticia y de falta de sensibilidad con respecto a las necesidades de los demás" y agregó que "como laicos, fieles a vuestra identidad, viviendo en el mundo podéis transformarlo de un modo activo y eficaz en el espíritu del Evangelio".

Mártires de la postguerra

Más adelante, el Santo Padre destacó el testimonio de todas aquellas personas que sufrieron grandes sacrificios en tierra polaca. "Con frecuencia, a lo largo de su historia, nuestra nación tuvo que defender su propia fe y soportar la opresión y la persecución por fidelidad a la Iglesia. Sobre todo, el largo período de la posguerra se caracterizó como un tiempo de lucha particularmente intensa por parte del sistema totalitario contra la Iglesia. Se quería prohibir la enseñanza de la religión en la escuela; se obstaculizaba la profesión pública de la fe, así como la construcción de iglesias y capillas.

Finalmente el Papa recordó "cuántos sacrificios se tuvieron que afrontar, qué valentía fue necesaria para mantener la identidad cristiana! A pesar de todo, no se llegó a eliminar la Cruz, ...que fue para la nación y para la Iglesia una fuente de fuerza y un signo de unidad entre los hombres".

Mañana con el Parlamento

Hoy, la jornada del Papa concluyó en la capital, Varsovia, donde descansó para los encuentros oficiales que sostendrá hoy. El Santo Padre no sólo se reunirá con el presidente polaco, Aleksander Kwasniewski, sino también con los congresistas polacos en la sede del Parlamento de la República en su sede, que visitará por primera vez.