Jóvenes de Estados Unidos y Cuba intercambian signos de reconciliación

VATICANO, 16 Ago. 00 (ACI).- Jóvenes de Estados Unidos y Cuba que participaron en el foro Juvenil del 12 al 15 de agosto, participaron juntos en una ceremonia de reconciliación en la que intercambiaron sendos pedidos de perdón a nombre de sus respectivos países.

Los dos delegados norteamericanos al encuentro, curiosamente ambos descendientes de latinos, Alejandro Madrigal de Miami y de 22 años, e Isa Tejada de Rode Island, 26, pidieron perdón por aquellas cosas que su propio país había realizado contra cualquiera de los pueblos del continente. Madrigal, hijo de cubanos, explícitamente pidió perdón por aquellos que en Cuba se podían haber visto afectados por políticas de su país.

En respuesta, un representante cubano pidió perdón por las veces en que los cubanos "carecieron de compasión hacia la comunidad cubana en el exilio".

Isa Tejada relató, por su parte, que los representantes cubanos contaron las dificultades que, durante más de 30 años, muchos adultos católicos, hoy ancianos, sobrellevaron para mantener viva la herencia de la fe que hoy reciben los jóvenes. "Hoy, después de la visita del Papa a Cuba, muchas personas reconocen lo que aquellas personas hicieron", señalaron.

Ambos jóvenes fueron elegidos el año pasado para representar a los Estados Unidos en la Conferencia Latinoamericana de Jóvenes que se llevó a cabo en Cuba en noviembre de 1999, pero dos días antes de que empiece la Conferencia, el gobierno cubano impidió el ingreso de los que llegaban de otros países para participar. Luego de este fracaso, ambos jóvenes fueron elegidos para representar al país en la Jornada Mundial de los Jóvenes en Roma.

El Forum tuvo como objetivo componer un documento que será presentado al Papa Juan Pablo II en la Vigilia del 19 de agosto, y que según Madrigal, el texto "alentará a la acción a los jóvenes en vez de simplemente ser algo bonito de escuchar". "Tenemos que poner mucha fe en la acción para ser realmente pescadores de hombres", concluyó.