VATICANO, 18 Ago. 00 (ACI).- Los jóvenes siguen sobrepasando las cifras esperadas. Esta vez, se calcula que unos 20 mil jóvenes por hora cruzan la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, por lo que ha sido necesario abrir otras puertas para que todos puedan atravesarla a tiempo.

Además, los bomberos del Vaticano continúan mojando a las decenas de miles de jóvenes que en larga y ordenada fila se aprestan a cruzar la Puerta Santa. Los jóvenes expresan su alegría con gritos, bailes improvisados en la lluvia y agradecimientos, en todas las lenguas, a los bomberos que al medio día comienzan a maniobrar una manguera en el centro de la plaza muy cerca del obelisco. Gritos de alegría se escuchan tras el baño de aquellos que esperan para entrar en la Basílica.

Incluso, los grupos que salen de San Pedro se desvían de su camino para pasar bajo la refrescante agua en unos días muy calurosos con un sol radiante. Además de las manifestaciones de alegría por la lluvia artificial, la larga columna de jóvenes, que han sido divididos en tres grupos y cada día un grupo pasa la Puerta Santa, colma la vía de la Conciliación desde las 7 de la mañana hasta las 11 de la noche, horario de apertura de la Puerta Santa.

Todos los jóvenes asisten a San Pedro vestidos con jeans, camisetas, e incluso shorts y sombreros. Pero sobretodo, todos con mucho recogimiento y en oración.

Las demás puertas de la Basílica han sido abiertas para acelerar el paso de los jóvenes que van en búsqueda de la indulgencia jubilar, que elimina la sanción de la pena causada por el pecado.

La indulgencia plenaria cancela la pena que debemos pagar por todos los pecados cometidos. Las condiciones para adquirirla o lucrarla son el confesarse -por lo que hay 300 confesionarios y 2 mil confesores-, comulgar, rezar por las intenciones del Papa, hacer una obra de caridad y visitar uno de los lugares indicados por el Obispo.

Para ganar la indulgencia, los jóvenes deben, además de pasar por la Puerta Santa, entrar en la Basílica rezando el Credo.