![]() |
“Querida Gracia” es una serie de columnas en la que se da respuestas a preguntas de lectores sobre la fe católica. La autora de las respuestas es Grace (Gracia) MacKinnon, una columnista, escritora y conferencista especializada en doctrina católica. Gracia obtuvo una maestría en teología en la Escuela de Teología de la Universidad de St. Thomas en el Seminario de Santa María de Houston, y es instructora de adultos en la diócesis de Brownsville, Texas. “Querida Gracia”, se ha publicado desde agosto de 1999, recibiendo numerosas preguntas cuyas respuestas han sido elaboradas recurriendo a las Sagradas Escrituras, el Catecismo, los documentos de la Iglesia, el Código de Derecho Canónico, las Encíclicas Papales y escritos de los Padres de la Iglesia. |
Tema: El Adulterio
Querida Gracia,
Tengo una hermana que está involucrada con un hombre
casado. Estando yo en contra de esto, ¿es pecado para
mí escucharla cuando me habla de su relación
con este hombre? ¿También es pecado para mí
orar por su felicidad si eso significa su involucramiento
con este hombre? Realmente apreciaría su respuesta
sobre este asunto.
Gracia responde:
Qué situación tan triste y difícil debe ser ésta para usted. El adulterio es un pecado mortal serio y tiene razón al estar tan preocupada. Antes de responder a su pregunta, primero consideremos la gravedad de los actos de su hermana. ¿Qué es el adulterio? El Catecismo de la Iglesia Católica dice lo siguiente: “El adulterio se refiere a la infidelidad marital. Cuando dos personas, de las cuales por lo menos una está casada con otra parte, tienen relaciones sexuales –aun transitorias -, ellos cometen adulterio” (CIC #2380).
Continúa diciendo, “El adulterio es una injusticia. El que comete adulterio falla en su compromiso. Comete una injuria al signo del pacto que es el lazo del matrimonio, transgrede los derechos de la otra parte y socava la institución del matrimonio al romper el contrato en que éste se basa. Compromete el bien de la generación humana y el bienestar de los hijos, quienes necesitan la unión estable de sus padres” (CIC #2381).
El adulterio fue prohibido por Dios como uno de los Diez Mandamientos - “No cometerás adulterio” (Exodo 20:14). Jesús también lo condenó enseñando que no sólo es pecaminoso el cometer el acto, sino también el deseo de hacerlo. Su enseñanza fue clara: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón” (Mateo 5:28).
Sabiendo entonces el injurioso y grave pecado que es el adulterio, ¿es pecado para usted el escuchar a su hermana hablar sobre su relación con este hombre? La respuesta es que depende de las circunstancias. Tal vez su hermana realmente necesita de alguien en quien confiar e inconscientemente está buscando a alguien que le hable sobre el salir de esa situación. Sabiendo que el adulterio es malo y es una ofensa contra Dios, usted tiene la obligación moral de tratar de ayudar a su hermana para que se dé cuenta del error de su conducta. Esto debe hacerse con caridad pero con firmeza y convicción. Después de todo, ella es su hermana, no una extraña. Usted tiene una relación estrecha con ella que da la oportunidad de hablarle sobre esto. El no decir nada estaría definitivamente mal. Si usted viera a su hermana a punto de saltar a un precipicio hacia su muerte, usted se quedaría ahí y diría “no es de mi incumbencia”? Su hermana está en una situación similar ya que está cometiendo pecado mortal y en peligro de muerte espiritual.
Debemos considerar también que esta situación podría posiblemente presentar ocasión de pecado para usted también. Sin embargo, debido a que usted dice que está en contra de esto, entonces no sería una ocasión tan seria de pecado como podría serlo para una persona que tal vez ha sido culpable de tal pecado en el pasado. Como Cristianos, tenemos la obligación moral de evitar todo pecado, pero algunas situaciones hacen que esto sea muy difícil para nosotros, como es para usted el escuchar a su hermana hablar sobre su relación adúltera. Ciertamente estaría mal si usted sólo se sentara y pretendiera que esto es aceptable. Usted debe orar a Dios pidiéndole fortaleza y sabiduría para saber cuándo hablar y qué decir. El le ayudará.
También es posible que, al estar ahí con ella, usted pueda conducirla más cerca de Dios mediante su buen ejemplo de vida Cristiana. Con frecuencia, esto puede ser el mejor testimonio. Pero nunca debe usted olvidar su deber como seguidora de Cristo de ayudar a un hermano o hermana. Cuando pregunta si es pecado orar por su felicidad aun si esto implica que esté involucrada con este hombre, debe usted darse cuenta que la verdadera felicidad de ella nunca estará con este hombre en tanto él esté casado con otra mujer. Sólo cuando seguimos y obedecemos la ley de Dios, la cual se basa en Su infinito amor por nosotros, podemos ser realmente felices, plenos y libres. Háblele a ella con frecuencia de Dios y de Su amor por ella. Jesús perdonó a la mujer adúltera pero le dijo “Vete, y en adelante, no peques más” (Juan 8:11).
© Copyright Graciela (Salinas) MacKinnon
Gracia (Grace) MacKinnon es la autora de Querida Gracia: Respuestas a Preguntas sobre la Fe publicado en inglés por Our Sunday Visitor. Este libro puede pedirse por email a osvbooks@osv.com o llamando al 1-800-348-2440 en Estados Unidos. Los lectores pueden enviar preguntas sobre la fe católica a:
Grace
MacKinnon
P.O. Box 5375
Brownsville
Texas 78520
Asimismo, pueden dirigir un email a grace@deargrace.com y visitar la página web oficial de Gracia www.DearGrace.com


