Lecturas diarias:
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Primera Lectura
2 Tesalonicenses 3:6-10, 16-18
6Hermanos, os ordenamos en nombre de nuestro Señor Jesucristo que os alejéis de todo hermano que ande ocioso y no conforme a la tradición que recibieron de nosotros.7Pues vosotros sabéis bien cómo debéis imitarnos, porque entre vosotros no estuvimos ociosos;8y no comimos gratis el pan de nadie, sino que trabajamos día y noche con esfuerzo y fatiga, para no ser gravosos a ninguno.9No porque no tuviéramos derecho, sino para mostrarnos ante vosotros como modelo que imitar.10Pues también cuando estábamos con vosotros os dábamos esta norma: «Si alguno no quiere trabajar, que no coma».16Que Él, el Señor de la paz, os conceda la paz siempre y en todo. El Señor esté con todos vosotros.17El saludo es de mi puño y letra, Pablo. Ésta es la señal en todas mis cartas; así es como escribo.18La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros. -
Salmo Responsorial
Salmo 128:1-2, 4-5
1Canto de las subidas.
Dichoso el que teme al Señor y anda por sus caminos.2Del trabajo de tus manos comerás;
serás dichoso, y te irá bien.4Pues así es bendecido
el hombre que teme al Señor.5Que el Señor te bendiga desde Sión.
Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida. -
Evangelio
Mateo 23:27-32
27»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros blanqueados, que por fuera aparecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda podredumbre!28Así también vosotros por fuera os mostráis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.29»¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis las tumbas de los profetas y adornáis los sepulcros de los justos,30y decís: «Si hubiéramos vivido en tiempos de nuestros padres, no habríamos sido sus cómplices en la sangre de los profetas!».31Así pues, atestiguáis contra vosotros mismos que sois hijos de los que mataron a los profetas.32Y vosotros, colmad la medida de vuestros padres.
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Primera Lectura
Eclesiástico 26:1-4, 13-16
1Dichoso el marido de una mujer virtuosa;
el número de sus días se duplicará.2Una mujer fuerte es la alegría de su marido,
que cumplirá sus años en paz.3Una mujer virtuosa es una buena fortuna,
que, como suerte de los que temen al Señor, será dada al marido por las buenas obras.4Rico o pobre, su corazón es feliz,
y su cara siempre está alegre.16El encanto de la mujer hacendosa deleita al marido,
y su buen saber le reconforta los huesos.17Don del Señor es una mujer sensata y callada;18una mujer educada no tiene precio.19Gracia sobre gracia es una mujer santa y decorosa;20no hay ponderación digna de un alma recatada.21Sol naciente en el mundo sobre las alturas del Señor
es la mujer bella en el aderezo de la casa. -
Salmo Responsorial
Salmo 131:1-3
1Canto de las subidas. De David.
Señor, mi corazón no se ha engreído, ni mis ojos se han alzado altivos. No he marchado en pos de grandezas, ni de portentos que me exceden.2He moderado y acallado mi alma
como un niño en el regazo de su madre. Como niño satisfecho está mi alma.3¡Espera, Israel, en el Señor,
desde ahora y para siempre! -
Evangelio
Lucas 7:11-17
11Después, marchó a una ciudad llamada Naín, e iban con él sus discípulos y una gran muchedumbre.12Al acercarse a la puerta de la ciudad, resultó que llevaban a enterrar un difunto, hijo único de su madre, que era viuda. Y la acompañaba una gran muchedumbre de la ciudad.13El Señor la vio y se compadeció de ella. Y le dijo:
—No llores.14Se acercó y tocó el féretro. Los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo:
—Muchacho, a ti te digo, levántate.15Y el que estaba muerto se incorporó y comenzó a hablar. Y se lo entregó a su madre.16Y se llenaron todos de temor y glorificaban a Dios diciendo: «Un gran profeta ha surgido entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo».17Esta opinión sobre él se divulgó por toda Judea y por todas las regiones vecinas.

