Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo (Solemnidad)

noviembre 23, 2025

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    2 Samuel 5:1-3

    1Todas las tribus de Israel vinieron junto a David a Hebrón y le dijeron:
    —Aquí nos tienes. Hueso tuyo y carne tuya somos.
    2Ya desde hace tiempo, cuando Saúl era nuestro rey, tú guiabas las entradas y salidas de Israel, pues el Señor te había dicho: «Tú apacentarás a mi pueblo Israel, tú serás príncipe sobre Israel».
    3Vinieron también todos los ancianos de Israel junto a David, a Hebrón; y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón ante el Señor. Luego ungieron a David como rey de Israel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 122:1-5

    1Canto de las subidas. De David.
    Qué alegría cuando me dijeron: «¡Vamos a la Casa del Señor!
    2Ya se han parado nuestros pies
    a tus puertas, Jerusalén».
    3Jerusalén, bien cimentada,
    ciudad sólida y unida.
    4Allí suben las tribus,
    las tribus del Señor. Es un precepto de Israel, para alabar el Nombre del Señor.
    5Pues allí está la sede de justicia,
    la sede de la casa de David.

  • Segunda Lectura

    Colosenses 1:12-20

    12dando gracias al Padre, que os hizo dignos de participar en la herencia de los santos en la luz.
    13Él nos arrebató del poder de las tinieblas y nos trasladó al reino del Hijo de su amor,
    14en quien tenemos la redención, el perdón de los pecados.
    15El cual es la imagen del Dios invisible,
    primogénito de toda creación,
    16porque en él fueron creadas todas las cosas
    en los cielos y sobre la tierra, las visibles y las invisibles, sean los tronos o las dominaciones, los principados o las potestades. Todo ha sido creado por él y para él.
    17Él es antes que todas las cosas
    y todas subsisten en él.
    18Él es también la cabeza del cuerpo,
    que es la Iglesia; él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que él sea el primero en todo,
    19pues Dios tuvo a bien que en él habitase
    toda la plenitud,
    20y por él reconciliar todos los seres consigo,
    restableciendo la paz, por medio de su sangre derramada en la cruz, tanto en las criaturas de la tierra como en las celestiales.

  • Evangelio

    Lucas 23:35-43

    35El pueblo estaba mirando, y los jefes se burlaban de él y decían:
    —Ha salvado a otros, que se salve a sí mismo, si él es el Cristo de Dios, el elegido.
    36Los soldados se burlaban también de él; se acercaban y ofreciéndole vinagre
    37decían:
    —Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
    38Encima de él había una inscripción: «Éste es el Rey de los judíos».
    39Uno de los malhechores crucificados le injuriaba diciendo:
    —¿No eres tú el Cristo? Sálvate a ti mismo y a nosotros.
    40Pero el otro le reprendía:
    —¿Ni siquiera tú, que estás en el mismo suplicio, temes a Dios?
    41Nosotros estamos aquí justamente, porque recibimos lo merecido por lo que hemos hecho; pero éste no ha hecho ningún mal.
    42Y decía:
    —Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino.
    43Y le respondió:
    —En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso.