Presentación de la Santísima Virgen María (Memoria)

noviembre 21, 2025

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Macabeos 4:36-37, 52-59

    36Judas y sus hermanos dijeron:
    —Mirad, nuestros enemigos han sido aplastados. Subamos a purificar y a dedicar el Santuario.
    37Después de reunir todo el ejército, subieron al monte Sión.
    52Al amanecer del día veinticinco del mes noveno, es decir, el mes de Kisleu del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron
    53y ofrecieron, según la Ley, un sacrificio sobre el altar de los holocaustos que habían fabricado.
    54En el mismo momento y en el mismo día en que lo habían profanado los gentiles, fue dedicado de nuevo entre cánticos y sones de cítaras, arpas y címbalos.
    55Todo el pueblo se postró adorando y bendiciendo al cielo que les había sido propicio.
    56Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, presentaron holocaustos con alegría y ofrecieron un sacrificio de comunión y de alabanza.
    57Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y con pequeños escudos; restauraron los portones y las dependencias, y les pusieron puertas.
    58La alegría del pueblo fue muy grande y el oprobio de los gentiles llegó a su fin.
    59Judas, sus hermanos y toda la asamblea de Israel decidieron que cada año, en ese mismo tiempo, durante ocho días a partir del veinticinco del mes de Kisleu, se celebraran los días de la dedicación del altar con alegría y alborozo.

  • Salmo Responsorial

    1 Crónicas 29:10-12

    10Después David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea diciendo:
    —¡Bendito seas, Señor, Dios de Israel, nuestro padre, desde siempre y para siempre!
    11Tuya es, Señor, la grandeza y el poder,
    la gloria, el esplendor y la majestad; pues tuyo es cuanto hay en el cielo y en la tierra. Tuyo es el reino, Señor. Tú te elevas por encima de todo.
    12De ti proceden la riqueza y la gloria.
    Tú gobiernas todo; en tu mano están la fuerza y el poder, el crecimiento y la firmeza.

  • Evangelio

    Lucas 19:45-48

    45Entró en el Templo y comenzó a expulsar a los que vendían,
    46diciéndoles:
    —Está escrito: Mi casa será casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de ladrones.
    47Y enseñaba todos los días en el Templo. Pero los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban acabar con él, lo mismo que los jefes del pueblo,
    48pero no encontraban cómo hacerlo, pues todo el pueblo estaba pendiente escuchándole.

  • Primera Lectura

    Zacarías 2:14-17

    14Grita de gozo y alégrate,
    hija de Sión, porque vengo a habitar dentro de ti —oráculo del Señor—.
    15Aquel día seguirán al Señor muchas naciones
    y serán pueblo mío. Yo habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos a ti me envió.
    16El Señor tomará posesión de Judá
    como su lote en tierra santa, y volverá a elegir a Jerusalén.
    17Que calle toda carne ante el Señor,
    que se alza de su santa morada».

  • Salmo Responsorial

    Lucas 1:46-55

    46María exclamó:
    —Engrandece mi alma al Señor,
    47y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador:
    48porque ha puesto los ojos
    en la humildad de su esclava; por eso desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
    49Porque ha hecho en mí cosas grandes
    el Todopoderoso, cuyo nombre es Santo;
    50su misericordia se derrama de generación
    en generación sobre los que le temen.
    51Manifestó el poder de su brazo,
    dispersó a los soberbios de corazón.
    52Derribó de su trono a los poderosos
    y ensalzó a los humildes.
    53Colmó de bienes a los hambrientos
    y a los ricos los despidió vacíos.
    54Auxilió a Israel su siervo,
    recordando su misericordia,
    55como había prometido a nuestros padres,
    Abrahán y su descendencia para siempre.

  • Evangelio

    Mateo 12:46-50

    46Aún estaba él hablando a las multitudes, cuando su madre y sus hermanos se hallaban fuera intentando hablar con él.
    47Alguien le dijo entonces:
    —Mira, tu madre y tus hermanos están ahí fuera intentando hablar contigo.
    48Pero él respondió al que se lo decía:
    —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
    49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
    —Éstos son mi madre y mis hermanos.
    50Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.