Lecturas diarias:
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Primera Lectura
2 Timoteo 4:1-5
1En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que va a juzgar a vivos y muertos, por su manifestación y por su reino, te advierto seriamente:2predica la palabra, insiste con ocasión y sin ella, reprende, reprocha y exhorta siempre con paciencia y doctrina.3Pues vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que se rodearán de maestros a la medida de sus pasiones para halagarse el oído.4Cerrarán sus oídos a la verdad y se volverán a los mitos.5Pero tú sé sobrio en todo, sé recio en el sufrimiento, esfuérzate en la propagación del Evangelio, cumple perfectamente tu ministerio. -
Salmo Responsorial
Salmo 37:3-6, 30-31
3(Bet) Confía en el Señor y haz el bien;
habita tu tierra y guarda la fidelidad.4Pon tu delicia en el Señor,
y te concederá los deseos de tu corazón.5(Guímel) Encomienda al Señor tu camino,
confía en Él, que Él actuará6y hará despuntar tu justicia como la aurora,
y tu derecho como luz del mediodía.30(Pe) La boca del justo habla sabiduría
y su lengua pronuncia lo recto;31pues en su corazón está la Ley de su Dios:
sus pasos no vacilan. -
Evangelio
Mateo 5:13-16
13»Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.14»Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte;15ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.16Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.