Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Eclesiastés 1:2; 2:21-23
12¡Vanidad de vanidades2
—dice Qohélet—, vanidad de vanidades, todo es vanidad!21pues hay personas que trabajan con sabiduría, ciencia y provecho, y han de dejar lo suyo a quien no lo trabaja. También esto es vanidad y un gran mal.22Entonces ¿qué saca el hombre de todo su trabajo y del empeño que su corazón pone bajo el sol?,23pues pasa todos los días dolorido y contrariado, y su corazón ni siquiera reposa por la noche. También esto es vanidad. -
Salmo Responsorial
Salmo 90:3-6, 12-14, 17
3Al polvo haces volver al hombre,
diciendo: «Volved, hijos de Adán».4Pues mil años a tus ojos
son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.5Tú los arrastras, son un sueño al amanecer,
como hierba que brota:6por la mañana florece y crece,
por la tarde es segada, y se seca.12Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días,
para que logremos un corazón sabio.13¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
Ten piedad con tus siervos.14Sácianos de mañana con tu misericordia,
exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.17El esplendor del Señor, nuestro Dios, esté con nosotros.
Haz prósperas las obras de nuestras manos, las obras de nuestras manos hazlas prósperas. -
Segunda Lectura
Colosenses 3:1-5, 9-11
1Así pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios;2sentid las cosas de arriba, no las de la tierra.3Pues habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.4Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él.5Mortificad, pues, lo que hay de terrenal en vuestros miembros: la fornicación, la impureza, las pasiones, la concupiscencia mala y la avaricia, que es una idolatría.9No os engañéis unos a otros, ya que os habéis despojado del hombre viejo con sus obras10y os habéis revestido del hombre nuevo, que se renueva para lograr un conocimiento pleno según la imagen de su creador,11para quien no hay griego o judío, circuncisión o no circuncisión, bárbaro o escita, siervo o libre, sino que Cristo es todo en todos. -
Evangelio
Lucas 12:13-21
13Uno de entre la multitud le dijo:
—Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo.14Pero él le respondió:
—Hombre, ¿quién me ha constituido juez o encargado de repartir entre vosotros?15Y añadió:
—Estad alerta y guardaos de toda avaricia; porque aunque alguien tenga abundancia de bienes, su vida no depende de lo que posee.16Y les propuso una parábola diciendo:
—Las tierras de cierto hombre rico dieron mucho fruto.17Y se puso a pensar para sus adentros: «¿Qué puedo hacer, ya que no tengo dónde guardar mi cosecha?»18Y se dijo: «Esto haré: voy a destruir mis graneros, y construiré otros mayores, y allí guardaré todo mi trigo y mis bienes.19Entonces le diré a mi alma: “Alma, ya tienes muchos bienes almacenados para muchos años. Descansa, come, bebe, pásalo bien”».20Pero Dios le dijo: «Insensato, esta misma noche te van a reclamar el alma; lo que has preparado, ¿para quién será?»21Así ocurre al que atesora para sí y no es rico ante Dios.