Feria

octubre 3, 2024

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Job 19:21-27

    21Tened piedad, tened piedad de mí,
    vosotros mis amigos, que la mano de Dios me ha herido.
    22¿Por qué me perseguís como me persigue Dios,
    y no os sentís ya hartos de mi carne?
    23¡Quién me diera poder escribir mis palabras!
    ¡Quien me diera poderlas grabar sobre bronce!
    24¡Y con punzón de hierro y plomo
    esculpirlas en la roca para siempre!
    25Bien sé yo que mi defensor vive
    y que Él, el último, se alzará sobre el polvo.
    26Y después de que mi piel se haya destruido,
    desde mi carne veré a Dios.
    27Yo lo veré por mí mismo,
    mis ojos lo contemplarán y no otro. Dentro de mí desfallecen mis entrañas.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 27:7-9, 13-14

    7Escucha mi voz, Señor: yo te invoco;
    ten piedad de mí, respóndeme.
    8De ti piensa mi corazón:
    «Busca su rostro». Tu rostro, Señor, buscaré.
    9No me escondas tu rostro.
    No rechaces con ira a tu siervo. Tú eres mi auxilio: no me rechaces, no me abandones, Dios de mi salvación.
    13Seguro estoy de ver la bondad del Señor
    en la tierra de los vivos.
    14Espera en el Señor, sé recio,
    que se reanime tu corazón. ¡Espera en el Señor! 

  • Evangelio

    Lucas 10:1-12

    1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
    2Y les decía:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
    3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
    4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
    5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
    6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
    7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».
    10Pero en la ciudad donde entréis y no os acojan, salid a sus plazas y decid:
    11«Hasta el polvo de vuestra ciudad que se nos ha pegado a los pies lo sacudimos contra vosotros; pero sabed esto: el Reino de Dios está cerca».
    12Os digo que en aquel día Sodoma será tratada con menos rigor que aquella ciudad.