San Vicente de Paúl, Presbítero (Memoria)

septiembre 27, 2024

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Eclesiastés 3:1-11

    1Todo tiene su momento y hay un tiempo para cada cosa bajo el cielo:
    2tiempo de nacer y tiempo de morir,
    tiempo de plantar y tiempo de arrancar lo plantado,
    3tiempo de matar y tiempo de curar,
    tiempo de derruir y tiempo de construir,
    4tiempo de llorar y tiempo de reír,
    tiempo de llevar luto y tiempo de bailar,
    5tiempo de tirar piedras y tiempo de recoger piedras,
    tiempo de abrazar y tiempo de dejarse de abrazos,
    6tiempo de buscar y tiempo de perderse,
    tiempo de guardar y tiempo de desechar,
    7tiempo de rasgar y tiempo de coser,
    tiempo de callar y tiempo de hablar,
    8tiempo de amar y tiempo de odiar,
    tiempo de guerra y tiempo de paz.
    9¿Qué ventaja saca el que hace su trabajo?
    10He visto la labor que Dios encomendó a los hombres para que se ocupasen de ella.
    11Todo lo hizo bien y a su tiempo, y les dio el mundo para que lo ponderaran en su corazón, aunque el hombre no llega a descubrir por completo la obra que hizo Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 144:1-4

    1De David.
    Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la batalla, mis dedos, para la guerra.
    2Misericordia mía, fortaleza mía,
    mi alcázar y mi libertador; mi escudo con el que me protejo, el que me somete los pueblos.
    3Señor, ¿qué es el hombre para que de él te cuides,
    el hijo del hombre para que en él pienses?
    4El hombre es como un soplo,
    sus días, como sombra que pasa.

  • Evangelio

    Lucas 9:18-22

    18Cuando estaba haciendo oración a solas, y se encontraban con él los discípulos, les preguntó:
    —¿Quién dicen las gentes que soy yo?
    19Ellos respondieron:
    —Juan el Bautista. Pero otros que Elías, y otros que ha resucitado uno de los antiguos profetas.
    20Pero él les dijo:
    —Y vosotros ¿quién decís que soy yo? Respondió Pedro: —El Cristo de Dios.
    21Pero él les amonestó y les ordenó que no dijeran esto a nadie.
    22Y añadió que el Hijo del Hombre debía padecer mucho y ser rechazado por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 1:26-31

    26Considerad, si no, hermanos, vuestra vocación; porque no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
    27sino que Dios escogió la necedad del mundo para confundir a los sabios, y Dios eligió la flaqueza del mundo para confundir a los fuertes;
    28escogió Dios a lo vil, a lo despreciable del mundo, a lo que no es nada, para destruir lo que es,
    29de manera que ningún mortal pueda gloriarse ante Dios.
    30De Él os viene que estéis en Cristo Jesús, a quien Dios lo hizo para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención,
    31para que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 112:1-9

    1Aleluya.
    (Alef) Dichoso el hombre que teme al Señor, (Bet) y se complace de lleno en sus mandamientos.
    2(Guímel) Poderoso en la tierra será su linaje.
    (Dálet) Bendita será la descendencia de los rectos.
    3(He) En su casa habrá fortuna y riqueza;
    (Vav) su justicia permanecerá para siempre.
    4(Záin) Para los rectos brilla como luz en las tinieblas,
    (Het) el clemente, compasivo y justo.
    5(Tet) Feliz el hombre compasivo y que presta,
    (Yod) y que administra sus asuntos con justicia;
    6(Kaf) no vacilará jamás.
    (Lámed) El justo será siempre recordado;
    7(Mem) no temerá las malas noticias;
    (Nun) su corazón está firme, confiado en el Señor;
    8(Sámek) su corazón está seguro, sin temer,
    (Áin) hasta que mire por encima a sus enemigos.
    9(Pe) Reparte generosamente a los pobres;
    (Sade) su justicia permanece para siempre; (Qof) lleva alta su frente con honor.

  • Evangelio

    Mateo 9:35-38

    35Jesús recorría todas las ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
    36Al ver a las multitudes se llenó de compasión por ellas, porque estaban maltratadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
    37Entonces les dijo a sus discípulos:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos.
    38Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.