San Pío de Pietrelcina, Presbítero (Memoria)

septiembre 23, 2024

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Proverbios 3:27-34

    27No niegues un favor a quien lo necesite,
    cuando esté en tu mano hacerlo.
    28No digas a tu prójimo:
    «Vete y vuelve, mañana te daré», si tienes en ese momento.
    29No maquines mal contra tu prójimo
    mientras vive confiado contigo.
    30No pleitees con nadie sin motivo,
    si no te ha hecho agravio.
    31No envidies al violento,
    ni elijas ninguno de sus caminos,
    32porque el Señor abomina del extraviado,
    pero tiene intimidad con los rectos.
    33La maldición del Señor está en casa del malvado,
    pero bendice la morada de los justos;
    34se burla de los insolentes,
    pero a los humildes da su gracia.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 15:2-5

    2El que camina con integridad,
    el que practica la justicia, el que habla con corazón sincero,
    3no calumnia con su lengua,
    no hace mal a su hermano, ni levanta infamia contra su prójimo;
    4el que tiene por vil al réprobo
    y honra a los que temen al Señor; el que no se desdice aunque jure en propio daño,
    5el que no presta a usura su dinero,
    ni acepta soborno contra el inocente. El que obra así no vacilará jamás. 

  • Evangelio

    Lucas 8:16-18

    16»Nadie que ha encendido una lámpara la oculta con una vasija o la pone debajo de la cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entran vean la luz.
    17Porque nada hay escondido que no acabe por saberse; ni secreto que no acabe por conocerse y hacerse público.
    18Mirad, pues, cómo oís: porque al que tiene se le dará; y al que no tiene incluso lo que piensa tener se le quitará.

  • Primera Lectura

    Gálatas 2:19-20

    19Porque yo por la Ley he muerto a la Ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy crucificado:
    20vivo, pero ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y la vida que vivo ahora en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 128:1-5

    1Canto de las subidas.
    Dichoso el que teme al Señor y anda por sus caminos.
    2Del trabajo de tus manos comerás;
    serás dichoso, y te irá bien.
    3Tu mujer será como viña fecunda
    paredes adentro de tu casa. Tus hijos, como brotes de olivos, en torno a tu mesa.
    4Pues así es bendecido
    el hombre que teme al Señor.
    5Que el Señor te bendiga desde Sión.
    Que veas el bienestar de Jerusalén todos los días de tu vida.

  • Evangelio

    Mateo 16:24-27

    24Entonces les dijo Jesús a sus discípulos:
    —Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga.
    25Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará.
    26»Porque, ¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?, o ¿qué podrá dar el hombre a cambio de su vida?
    27Porque el Hijo del Hombre va a venir en la gloria de su Padre acompañado de sus ángeles, y entonces retribuirá a cada uno según su conducta.