Lecturas diarias:
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Primera Lectura
1 Reyes 19:4-8
4Luego anduvo una jornada por el desierto y vino a sentarse debajo de una retama. Y se deseó la muerte diciendo:
—Ya es demasiado, Señor, toma mi vida pues yo no soy mejor que mis padres.5Se echó y se quedó dormido debajo de la retama. De pronto, un ángel le tocó y le dijo:
—Levántate y come.6Miró a su cabecera y había una torta asada y un jarro de agua. Él comió y bebió; luego se volvió a echar.7El ángel del Señor volvió a tocarle por segunda vez y le dijo:
—Levántate y come porque te queda un camino demasiado largo.8Se levantó, comió y bebió; y con las fuerzas de aquella comida caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el Horeb, el monte de Dios. -
Salmo Responsorial
Salmo 34:2-9
2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
su alabanza está en mi boca de continuo.3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
que lo escuchen los humildes y se alegren.4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
ensalcemos juntos su Nombre.5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
me ha librado de todos mis temores.6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
vuestros rostros no se avergonzarán.7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
y lo salva de todas sus angustias.8(Het) El ángel del Señor se sitúa
alrededor de los que le temen para librarlos.9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el hombre que se refugia en Él. -
Segunda Lectura
Efesios 4:30--5:2
430Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con el que habéis sido sellados para el día de la redención.31Que desaparezca de vosotros toda amargura, ira, indignación, griterío o blasfemia y cualquier clase de malicia.32Sed, por el contrario, benévolos unos con otros, compasivos, perdonándoos mutuamente como Dios os perdonó en Cristo.51Imitad, por tanto, a Dios, como hijos queridísimos,2y caminad en el amor, lo mismo que Cristo nos amó y se entregó por nosotros como oblación y ofrenda de suave olor ante Dios. -
Evangelio
Juan 6:41-51
41Los judíos, entonces, comenzaron a murmurar de él por haber dicho: «Yo soy el pan que ha bajado del cielo».42Y decían:
—¿No es éste Jesús, el hijo de José, de quien conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo es que ahora dice: «He bajado del cielo»?43Respondió Jesús y les dijo:
—No murmuréis entre vosotros.44Nadie puede venir a mí si no le atrae el Padre que me ha enviado, y yo le resucitaré en el último día.45Está escrito en los Profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Todo el que ha escuchado al que viene del Padre, y ha aprendido, viene a mí.46No es que alguien haya visto al Padre, sino que aquel que procede de Dios, ése ha visto al Padre.47En verdad, en verdad os digo que el que cree tiene vida eterna.48»Yo soy el pan de vida.49Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron.50Éste es el pan que baja del cielo, para que si alguien lo come no muera.51Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. Si alguno come este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo.

