Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Apocalipsis 3:7-8, 10-12
7Al ángel de la iglesia de Filadelfia escríbele:
«Esto dice el Santo, el Veraz, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, y cierra y nadie puede abrir:8“Conozco tus obras —mira que he puesto ante ti una puerta abierta que nadie puede cerrar—, porque aunque tienes poca fuerza guardaste mi palabra y no negaste mi nombre.10Porque has guardado mi mandato de perseverar, yo también te guardaré a la hora de la tentación que va a venir sobre todo el mundo, para probar a los habitantes de la tierra.11Voy enseguida. Conserva lo que tienes, para que nadie arrebate tu corona.12Al que venza le haré columna en el templo de mi Dios, y no saldrá fuera nunca más, escribiré sobre él el nombre de mi Dios, el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo desde mi Dios, y mi nombre nuevo”».OR
2 Timoteo 2:8-13; 3:10-12
28Acuérdate de Jesucristo resucitado de entre los muertos, descendiente de David, como predico en mi evangelio,9por el que estoy sufriendo hasta verme entre cadenas como un malhechor: ¡pero la palabra de Dios no está encadenada!10Por eso, todo lo soporto por los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación, que está en Cristo Jesús, junto con la gloria eterna.11Podéis estar seguros:
Si morimos con él, también viviremos con él;12si perseveramos, también reinaremos con él;
si lo negamos, también él nos negará;13si no somos fieles, él permanece fiel,3
pues no puede negarse a sí mismo.10Tú, en cambio, me has seguido en la doctrina, en la conducta, en los planes, en la fe, en la paciencia, en la caridad y en la constancia;11en persecuciones y sufrimientos como los que me sobrevinieron en Antioquía, Iconio y Listra: ¡qué persecuciones sufrí!, y de todas me libró el Señor.12Por lo demás, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos; -
Salmo Responsorial
Salmo 119:137-144
137(Sade) Tú eres justo, Señor,
tus juicios son rectos.138Mandas preceptos justos,
y del todo verdaderos.139Me consume mi celo
porque mis adversarios olvidan tus palabras.140Bien acrisolada es tu palabra,
y tu siervo la ama.141Pequeño soy yo y despreciable,
pero no olvido tus mandatos.142Tu justicia es justicia eterna,
y tu Ley es la verdad.143Me alcanzan angustia y tribulación,
pero tus mandamientos son mi gozo.144Tus preceptos son eternamente justos:
dame inteligencia y viviré. -
Evangelio
Juan 10:11-16
11»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas.12El asalariado, el que no es pastor y al que no le pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye —y el lobo las arrebata y las dispersa—,13porque es asalariado y no le importan las ovejas.14Yo soy el buen pastor, conozco las mías y las mías me conocen.15Como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.16Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño, con un solo pastor.