San Carlos Borromeo, Obispo (Memoria)

noviembre 4, 2023

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Romanos 11:1-2, 11-12, 25-29

    1Entonces digo yo: ¿es que Dios rechazó a su pueblo? ¡De ninguna manera! Porque también yo soy israelita, del linaje de Abrahán, de la tribu de Benjamín.
    2No ha rechazado Dios a su pueblo, al cual eligió de antemano. ¿Es que no sabéis lo que dice la Escritura en el episodio de Elías, cómo dirige a Dios sus quejas contra Israel:
    11Digo, pues: ¿es que tropezaron hasta caer definitivamente? ¡De ninguna manera! Al contrario, por su caída vino la salvación a los gentiles, para provocar su celo.
    12Pues si su caída es riqueza del mundo, y su fracaso riqueza de los gentiles, ¡cuánto más lo será su plenitud!
    25Porque no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, para que no os consideréis sabios a vuestros ojos: que la ceguera de Israel fue parcial, hasta que entrara la plenitud de los gentiles,
    26y así todo Israel se salve, como está escrito:
    De Sión vendrá el libertador, apartará de Jacob las impiedades;
    27y ésta será mi alianza con ellos,
    cuando haya borrado yo sus pecados.
    28Por lo que se refiere al Evangelio, han llegado a ser enemigos para vuestro bien; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de sus padres.
    29Porque los dones y la vocación de Dios son irrevocables.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 94:12-13, 14-15, 17-18

    12Dichoso el hombre a quien Tú enseñas, Señor,
    al que le instruyes en tu Ley,
    13dándole descanso de los días aciagos,
    mientras para el impío se cava la fosa.
    14Pues el Señor no rechaza a su pueblo,
    ni abandona su heredad;
    15hasta que la sentencia vuelva a ser justa,
    tras ella vayan todos los rectos de corazón.
    17Si el Señor no fuese mi auxilio
    pronto en el silencio reposaría mi alma.
    18Cuando pienso: «Mi pie vacila»,
    tu misericordia, Señor, me sostiene.

  • Evangelio

    Lucas 14:1, 7-11

    1Un sábado, entró él a comer en casa de uno de los principales fariseos y ellos le estaban observando.
    7Les proponía a los invitados una parábola, al notar cómo iban eligiendo los primeros puestos:
    8—Cuando alguien te invite a una boda, no vayas a ponerte en el primer puesto, no sea que otro más distinguido que tú haya sido invitado por él
    9y, al llegar el que os invitó a ti y al otro, te diga: «Cédele el sitio a éste», y entonces empieces a buscar, lleno de vergüenza, el último lugar.
    10Al contrario, cuando te inviten, ve a ocupar el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó te diga: «Amigo, sube más arriba». Entonces quedarás muy honrado ante todos los comensales.
    11Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.

  • Primera Lectura

    Romanos 12:3-13

    3Porque, en virtud de la gracia que me fue dada, os digo a cada uno de vosotros que no os estiméis en más de lo que conviene, sino que debéis teneros una sobria estima, según la medida de la fe que Dios ha otorgado a cada uno.
    4Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, y no todos los miembros tienen la misma función,
    5así nosotros, que somos muchos, formamos en Cristo un solo cuerpo, siendo todos miembros los unos de los otros.
    6Tenemos dones diferentes conforme a la gracia que se nos ha dado: si se trata de profecía, que sea de acuerdo con la fe,
    7y si se trata del ministerio, que sea sirviendo. Y si uno tiene que enseñar, que enseñe,
    8y si tiene que exhortar, que exhorte.
    El que da, que dé con sencillez; el que preside, que lo haga con esmero; el que ejercita la misericordia, que lo haga con alegría.
    9Que la caridad esté libre de hipocresía, abominando el mal, adhiriéndoos al bien;
    10amándoos de corazón unos a otros con el amor fraterno, honrando cada uno a los otros más que a sí mismo;
    11diligentes en el deber, fervorosos en el espíritu, servidores del Señor;
    12alegres en la esperanza, pacientes en la tribulación; constantes en la oración;
    13compartiendo las necesidades de los santos, procurando practicar la hospitalidad.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 89:2-5, 21-22, 25, 2

    2Las misericordias del Señor cantaré eternamente;
    de generación en generación anunciaré con mi boca tu fidelidad.
    3Pues he dicho:
    «La misericordia está edificada para siempre; tu fidelidad está firme en los cielos».
    4«Una alianza sellé con mi elegido,
    juré a David, mi siervo:
    5“Afirmaré tu descendencia para siempre,
    construiré tu trono por todas las generaciones”». (Pausa)
    21He hallado a David, mi siervo,
    lo he ungido con mi óleo santo.
    22Mi mano estará firme con él,
    mi brazo le hará fuerte.
    25Con él estarán mi fidelidad y misericordia,
    y en mi Nombre será exaltado su poder.

  • Evangelio

    Juan 10:11-16

    11»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por sus ovejas.
    12El asalariado, el que no es pastor y al que no le pertenecen las ovejas, ve venir el lobo, abandona las ovejas y huye —y el lobo las arrebata y las dispersa—,
    13porque es asalariado y no le importan las ovejas.
    14Yo soy el buen pastor, conozco las mías y las mías me conocen.
    15Como el Padre me conoce a mí, así yo conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
    16Tengo otras ovejas que no son de este redil, a ésas también es necesario que las traiga, y oirán mi voz y formarán un solo rebaño, con un solo pastor.