San Pío X, Papa (Memoria)

agosto 21, 2023

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Jueces 2:11-19

    11Los israelitas hicieron el mal a los ojos del Señor y dieron culto a los baales.
    12Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de la tierra de Egipto, para seguir y adorar a otros dioses, los dioses de los pueblos circundantes. La ira del Señor se encendió
    13cuando lo abandonaron y dieron culto a Baal y a las astartés.
    14Así pues, la ira del Señor se encendió contra Israel y los entregó en manos de saqueadores que los despojaron: los vendió a los enemigos que tenían a su alrededor y ya no pudieron resistir ante ellos.
    15Adonde quiera que salieran, allí estaba la mano del Señor para hacerles daño, tal como el Señor se lo había advertido y jurado. Les sobrevino entonces una angustia tremenda.
    16El Señor suscitaba jueces que los salvaban de las manos de sus saqueadores.
    17Pero tampoco escucharon a sus jueces, sino que fornicaron con otros dioses y los adoraron. Se apartaron enseguida del camino por el que habían marchado sus padres escuchando los mandamientos del Señor, y no siguieron su ejemplo.
    18Cuando el Señor les suscitaba algún juez, el Señor estaba con él y, mientras ese juez vivía, los salvaba de la mano de sus enemigos, pues el Señor se compadecía de sus gemidos ante quienes los presionaban y los oprimían.
    19Pero cuando el juez moría, volvían a corromperse más que sus padres, dirigiéndose a otros dioses para darles culto y adorarlos. No se apartaban de sus malas acciones ni de su perverso camino.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 106:34-37, 39-40, 43-44

    34No exterminaron a los pueblos
    como el Señor había mandado;
    35y se mezclaron con las naciones
    y aprendieron sus prácticas.
    36Dieron culto a sus ídolos,
    que fueron para ellos una trampa.
    37Inmolaron sus hijos y sus hijas a los demonios.
    39Se contaminaron con sus prácticas,
    y se prostituyeron con sus obras.
    40La ira del Señor se inflamó contra su pueblo,
    y abominó de su heredad.
    43Muchas veces Él los libró,
    pero ellos se rebelaban contra su designio, y se hundían en sus iniquidades.
    44Pero Él miró su angustia,
    y escuchó su clamor.

  • Evangelio

    Mateo 19:16-22

    16Y se le acercó uno, y le dijo:
    —Maestro, ¿qué obra buena debo hacer para alcanzar la vida eterna?
    17Él le respondió:
    —¿Por qué me preguntas sobre lo bueno? Uno solo es el bueno. Pero si quieres entrar en la Vida, guarda los mandamientos.
    18—¿Cuáles? —le preguntó.
    Jesús le respondió: —No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no dirás falso testimonio,
    19honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    20—Todo esto lo he guardado —le dijo el joven—. ¿Qué me falta aún?
    21Jesús le respondió:
    —Si quieres ser perfecto, anda, vende tus bienes y dáselos a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos. Luego, ven y sígueme.
    22Al oír el joven estas palabras se marchó triste, porque tenía muchas posesiones.

  • Primera Lectura

    1 Tesalonicenses 2:2-8

    2sino que, como sabéis, después de haber padecido sufrimientos e injurias en Filipos, tuvimos confianza en nuestro Dios para predicaros el Evangelio de Dios en medio de muchos combates.
    3Nuestra exhortación no procede, por eso, del error ni de la impureza, ni es engañosa.
    4Al contrario, ya que Dios nos ha encontrado dignos de confiarnos el Evangelio, hablamos no como quien busca agradar a los hombres, sino a Dios, que ve el fondo de nuestros corazones.
    5Como sabéis, nunca nos hemos movido con palabras aduladoras, ni por avaricia disimulada —Dios es testigo—,
    6ni buscando gloria humana, ni de vosotros ni de nadie.
    7Aunque, como apóstoles de Cristo, podríamos haber impuesto el peso de nuestra autoridad, sin embargo nos comportamos con dulzura entre vosotros. Como una madre que da alimento y calor a sus hijos,
    8así, movidos por nuestro amor, queríamos entregaros no sólo el Evangelio de Dios, sino incluso nuestras propias vidas, ¡tanto os llegamos a querer!

  • Salmo Responsorial

    Salmo 89:2-5, 21-22, 25, 27

    2Las misericordias del Señor cantaré eternamente;
    de generación en generación anunciaré con mi boca tu fidelidad.
    3Pues he dicho:
    «La misericordia está edificada para siempre; tu fidelidad está firme en los cielos».
    4«Una alianza sellé con mi elegido,
    juré a David, mi siervo:
    5“Afirmaré tu descendencia para siempre,
    construiré tu trono por todas las generaciones”». (Pausa)
    21He hallado a David, mi siervo,
    lo he ungido con mi óleo santo.
    22Mi mano estará firme con él,
    mi brazo le hará fuerte.
    25Con él estarán mi fidelidad y misericordia,
    y en mi Nombre será exaltado su poder.
    27Él me invocará: “Tú eres mi Padre,
    mi Dios, la Roca de mi salvación”.

  • Evangelio

    Juan 21:15-17

    15Cuando acabaron de comer, le dijo Jesús a Simón Pedro:
    —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Le respondió: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Le dijo: —Apacienta mis corderos.
    16Volvió a preguntarle por segunda vez:
    —Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Le respondió: —Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Le dijo: —Pastorea mis ovejas.
    17Le preguntó por tercera vez:
    —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque le preguntó por tercera vez: «¿Me quieres?», y le respondió: —Señor, tú lo sabes todo. Tú sabes que te quiero. Le dijo Jesús: —Apacienta mis ovejas.