XIII Domingo Ordinario

junio 26, 2022

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Reyes 19:16, 19-21

    16y a Jehú, hijo de Nimsí, lo ungirás como rey de Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel–Mejolá, lo ungirás profeta sucesor tuyo.
    19Elías se marchó de allí y encontró a Eliseo, hijo de Safat, que estaba arando con doce yuntas de bueyes por delante; él iba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó el manto por encima.
    20Él dejó los bueyes y corrió detrás de Elías diciendo:
    —Permíteme ir a besar a mi padre y a mi madre, y te seguiré. Le respondió: —Vete y luego vuelve, porque ¿qué es lo que te he hecho?
    21Aquél se dio la vuelta, tomó la yunta de bueyes y la sacrificó. Con los yugos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que comieran. Después se preparó y siguió a Elías poniéndose a su servicio.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-11

    1Mictam. De David.
    Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
    2Yo digo al Señor:
    «Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
    5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
    Tú sostienes mi parte.
    7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
    hasta de noche mi corazón me instruye.
    8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
    con Él a mi derecha, no vacilo.
    9Por eso se alegra mi corazón,
    se goza mi alma, hasta mi carne descansa en la esperanza.
    10Porque no abandonarás mi alma en el sheol,
    ni dejarás a tu fiel ver la corrupción.
    11Me enseñas la senda de la vida,
    saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. 

  • Segunda Lectura

    Gálatas 5:1, 13-18

    1Para esta libertad Cristo nos ha liberado. Manteneos, por eso, firmes, y no os dejéis sujetar de nuevo bajo el yugo de la servidumbre.
    13Porque vosotros, hermanos, fuisteis llamados a la libertad. Pero que esta libertad no sea pretexto para la carne, sino servíos unos a otros por amor.
    14Pues toda la Ley se resume en este único precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    15Y si os mordéis y os devoráis unos a otros, mirad que acabaréis por destruiros.
    16Y os digo: caminad en el Espíritu y no deis satisfacción a la concupiscencia de la carne.
    17Porque la carne tiene deseos contrarios al espíritu, y el espíritu tiene deseos contrarios a la carne, porque ambos se oponen entre sí, de modo que no podéis hacer lo que os gustaría.
    18Si os dejáis conducir por el Espíritu, no estáis sujetos a la Ley.

  • Evangelio

    Lucas 9:51-62

    51Y cuando iba a cumplirse el tiempo de su ascensión, decidió firmemente marchar hacia Jerusalén.
    52Y envió por delante a unos mensajeros, que entraron en una aldea de samaritanos para prepararle hospedaje,
    53pero no le acogieron porque llevaba la intención de ir a Jerusalén.
    54Al ver esto, sus discípulos Santiago y Juan le dijeron:
    —Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?
    55Pero él se volvió hacia ellos y les reprendió.
    56Y se fueron a otra aldea.
    57Mientras iban de camino, uno le dijo:
    —Te seguiré adonde vayas.
    58Jesús le dijo:
    —Las zorras tienen sus guaridas y los pájaros del cielo sus nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.
    59A otro le dijo:
    —Sígueme. Pero éste contestó: —Señor, permíteme ir primero a enterrar a mi padre.
    60—Deja a los muertos enterrar a sus muertos —le respondió Jesús—; tú vete a anunciar el Reino de Dios.
    61Y otro dijo:
    —Te seguiré, Señor, pero primero permíteme despedirme de los de mi casa.
    62Jesús le dijo:
    —Nadie que pone su mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.