Santa Teresita del Niño Jesús, Virgen, Doctora de la Iglesia (Memoria)

octubre 1, 2022

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Job 42:1-3, 5-6, 12-17

    1Job respondió al Señor diciendo:
    2—Comprendo que lo puedes todo,
    que ningún proyecto te resulta inalcanzable.
    3«¿Quién es éste que sin sentido empaña
    mis designios?». Cierto, he querido explicar sin comprender las maravillas que me superan y que ignoro.
    5Sólo de oídas sabía de ti,
    pero ahora te han visto mis ojos.
    6Por eso me arrepiento,
    y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza.
    12El Señor bendijo la nueva condición de Job más que la primera, y llegó a poseer catorce mil ovejas y seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.
    13Tuvo siete hijos y tres hijas.
    14A la primera le puso el nombre de Yamimá, a la segunda el de Casiá, y a la tercera Queren–Hafuc.
    15No había en todo el país mujeres más bellas que las hijas de Job. Su padre les dio parte en la herencia, como a sus hermanos.
    16Después de todo esto, Job vivió ciento cuarenta años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos hasta la cuarta generación.
    17Y Job murió anciano y colmado de días.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 119:66, 71, 75, 91, 125, 130

    66Enséñame el buen sentido y la inteligencia,
    pues creo en tus mandamientos.
    71Ha sido bueno para mí ser humillado,
    a fin de aprender tus estatutos.
    75Señor, reconozco que tus juicios son justos,
    y que me has humillado con razón.
    91conforme a tus decretos, permanecen hasta hoy,
    porque todos están a tu servicio.
    125Siervo tuyo soy:
    dame inteligencia para conocer tus preceptos.
    130La revelación de tus palabras ilumina,
    da inteligencia a los sencillos.

  • Evangelio

    Lucas 10:17-24

    17Volvieron los setenta y dos llenos de alegría diciendo:
    —Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
    18Él les dijo:
    —Veía yo a Satanás caer del cielo como un rayo.
    19Mirad, os he dado potestad para aplastar serpientes y escorpiones y sobre cualquier poder del enemigo, de manera que nada podrá haceros daño.
    20Pero no os alegréis de que los espíritus se os sometan; alegraos más bien de que vuestros nombres están escritos en el cielo.
    21En aquel mismo momento se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo:
    —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
    22Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
    23Y volviéndose hacia los discípulos les dijo aparte:
    —Bienaventurados los ojos que ven lo que estáis viendo.
    24Pues os aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros estáis viendo y no lo vieron; y oír lo que estáis oyendo y no lo oyeron.

  • Primera Lectura

    Isaías 66:10-14

    10¡Alegraos con Jerusalén y regocijaos por ella
    cuantos la amáis; exultad de gozo con ella cuantos le hacíais duelo!
    11Pues os amamantaréis hasta saciaros
    del pecho de sus consuelos, beberéis hasta deleitaros de la ubre de su gloria.
    12Porque esto dice el Señor:
    «Mirad: Yo hago discurrir hacia ella, como un río, la paz, y, como un torrente desbordado, la gloria de las naciones. Os amamantaréis, seréis llevados en brazos, y acariciados sobre las rodillas.
    13Como alguien a quien su madre consuela,
    así Yo os consolaré, y en Jerusalén seréis consolados.
    14Lo veréis y se alegrará vuestro corazón,
    y vuestros huesos florecerán como la hierba. La mano del Señor se manifestará a sus siervos, y su furor, a sus enemigos».

  • Salmo Responsorial

    Salmo 131:1-3

    1Canto de las subidas. De David.
    Señor, mi corazón no se ha engreído, ni mis ojos se han alzado altivos. No he marchado en pos de grandezas, ni de portentos que me exceden.
    2He moderado y acallado mi alma
    como un niño en el regazo de su madre. Como niño satisfecho está mi alma.
    3¡Espera, Israel, en el Señor,
    desde ahora y para siempre! 

  • Evangelio

    Mateo 18:1-4

    1En aquella ocasión se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
    —¿Quién es pues el mayor en el Reino de los Cielos?
    2Entonces llamó a un niño, lo puso en medio de ellos
    3y dijo:
    —En verdad os digo: si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos.
    4Pues todo el que se humille como este niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos;