Nuestra Señora del Carmen (Memoria Libre)

julio 16, 2022

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Miqueas 2:1-5

    1¡Ay de los que maquinan la iniquidad!,
    los que traman el mal en sus lechos, y lo ejecutan a la luz de la mañana, porque en sus manos está el hacerlo.
    2Codician campos y los arrebatan,
    casas, y las toman; oprimen al varón y su casa, al hombre y su heredad.
    3Por eso, así dice el Señor:
    «Mirad que preparo un mal para esta gente, del que no podréis apartar vuestros cuellos, ni caminar erguidos, porque será tiempo de desgracia.
    4Aquel día se dirá contra vosotros un refrán,
    y se entonará una lamentación lúgubre, que dirá: “Estamos arruinados por completo. Él ha enajenado la herencia de mi pueblo, ¿cómo me la restituirá? ¡Ha repartido nuestros campos a los infieles!”.
    5Por eso no tendrás
    quien mida los lotes con la cuerda en la comunidad del Señor».

  • Salmo Responsorial

    Salmo 10:1-4, 7-8, 14

    1(Lámed) ¿Por qué, Señor, te quedas lejos,
    te ocultas en los momentos de angustia?
    2Con arrogancia el impío oprime al pobre.
    ¡Queden presos en las intrigas que tramaron!
    3El impío se jacta de sus pasiones,
    el avaro maldice, injuria al Señor.
    4(Nun) El impío dice en su arrogancia:
    «No indagará, no hay Dios». Es lo que piensa.
    7(Pe) Su boca está llena de insultos,
    engaños y abusos; su lengua encubre opresión y malicia.
    8Se agazapa en escondrijos de poblados,
    a escondidas asesina al inocente, sus ojos espían al desdichado.
    14(Resh) Pero Tú ves. Miras la pena y la aflicción
    para tomarlas en tus manos. En Ti se abandona el desdichado; Tú eres el que socorre al huérfano.

  • Evangelio

    Mateo 12:14-21

    14Al salir, los fariseos se pusieron de acuerdo contra él, para ver cómo perderle.
    15Jesús, sabiéndolo, se alejó de allí, y le siguieron muchos y los curó a todos,
    16y les ordenó que no le descubriesen,
    17para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
    18Aquí está mi Siervo, a quien elegí,
    mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones.
    19No disputará ni gritará,
    nadie oirá su voz en las plazas.
    20No quebrará la caña cascada,
    ni apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia.
    21Y en su nombre pondrán su esperanza las naciones.

  • Primera Lectura

    Zacarías 2:14-17

    14Grita de gozo y alégrate,
    hija de Sión, porque vengo a habitar dentro de ti —oráculo del Señor—.
    15Aquel día seguirán al Señor muchas naciones
    y serán pueblo mío. Yo habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos a ti me envió.
    16El Señor tomará posesión de Judá
    como su lote en tierra santa, y volverá a elegir a Jerusalén.
    17Que calle toda carne ante el Señor,
    que se alza de su santa morada».

  • Salmo Responsorial

    Lucas 1:46-55

    46María exclamó:
    —Engrandece mi alma al Señor,
    47y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador:
    48porque ha puesto los ojos
    en la humildad de su esclava; por eso desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones.
    49Porque ha hecho en mí cosas grandes
    el Todopoderoso, cuyo nombre es Santo;
    50su misericordia se derrama de generación
    en generación sobre los que le temen.
    51Manifestó el poder de su brazo,
    dispersó a los soberbios de corazón.
    52Derribó de su trono a los poderosos
    y ensalzó a los humildes.
    53Colmó de bienes a los hambrientos
    y a los ricos los despidió vacíos.
    54Auxilió a Israel su siervo,
    recordando su misericordia,
    55como había prometido a nuestros padres,
    Abrahán y su descendencia para siempre.

  • Evangelio

    Mateo 12:46-50

    46Aún estaba él hablando a las multitudes, cuando su madre y sus hermanos se hallaban fuera intentando hablar con él.
    47Alguien le dijo entonces:
    —Mira, tu madre y tus hermanos están ahí fuera intentando hablar contigo.
    48Pero él respondió al que se lo decía:
    —¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
    49Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo:
    —Éstos son mi madre y mis hermanos.
    50Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.