Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Oseas 10:1-3, 7-8, 12
1Israel era una vid frondosa,
que daba frutos sazonados. Cuanto más incrementaban sus frutos, más incrementaba los altares. Cuanto más rica era su tierra, más ornaban las estelas.2Tienen su corazón dividido,
ahora lo van a pagar. Él destruirá sus altares, romperá sus estelas.3Ahora ya pueden decir:
«No tenemos rey, no tememos al Señor. El rey ¿qué podría hacernos?».7Desaparecerá Samaría, y su rey,
como espuma sobre la faz del agua.8Los altos de Avén serán destruidos,
el pecado de Israel; espinos y zarzas treparán sobre sus altares. Y dirán a los montes: «¡Cubridnos!», y a las colinas: «¡Caed sobre nosotros!».12Haced vuestra sementera con justicia,
haced vuestra siega con amor, roturad vuestro barbecho, que es tiempo de buscar al Señor, hasta que venga y derrame sobre vosotros la justicia. -
Salmo Responsorial
Salmo 105:2-7
2Cantadle, entonadle salmos,
proclamad todas sus maravillas.3Gloriaos en su Nombre santo;
que se alegre el corazón de los que buscan al Señor.4Acudid al Señor y a su poder,
buscad su rostro de continuo.5¡Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca,6linaje de Abrahán, su siervo,
hijos de Jacob, su elegido!7Él es el Señor, nuestro Dios;
sus juicios alcanzan toda la tierra. -
Evangelio
Mateo 10:1-7
1Habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio potestad para expulsar a los espíritus impuros y para curar todas las enfermedades y dolencias.2Los nombres de los doce apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan;3Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo;4Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el que le entregó.5A estos doce los envió Jesús, después de darles estas instrucciones:
—No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos;6sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel.7Id y predicad: «El Reino de los Cielos está al llegar».
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Primera Lectura
1 Corintios 6:13-15, 17-20
13«La comida para el vientre, y el vientre para la comida». Pero Dios destruirá lo uno y lo otro. Por otra parte, el cuerpo no es para la fornicación sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.14Y Dios, que resucitó al Señor, también nos resucitará a nosotros por su poder.15¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Voy, entonces, a tomar los miembros de Cristo para hacerlos miembros de una meretriz? ¡De ninguna manera!17En cambio, el que se une al Señor se hace un solo espíritu con él.18Huid de la fornicación. Todo pecado que un hombre comete queda fuera de su cuerpo; pero el que fornica peca contra su propio cuerpo.19¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?20Habéis sido comprados mediante un precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo. -
Salmo Responsorial
Salmo 31:3-4, 6, 8, 16-17
3Inclina tu oído hacia mí,
date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;6En tus manos encomiendo mi espíritu:
Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,16Mi suerte está en tu mano;
líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
por tu misericordia, sálvame. -
Evangelio
Juan 12:24-26
24En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no muere al caer en tierra, queda infecundo; pero si muere, produce mucho fruto.25El que ama su vida la perderá, y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna.26Si alguien me sirve, que me siga, y donde yo estoy allí estará también mi servidor. Si alguien me sirve, el Padre le honrará.

