Feria

junio 7, 2022

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Reyes 17:7-16

    7Pero sucedió que al cabo de unos días se secó el torrente porque no había llovido en el país.
    8De nuevo le llegó la palabra del Señor diciéndole:
    9—Levántate y vete a Sarepta, que está en Sidón, y establécete allí. Yo ya he dado orden allí a una mujer viuda para que te alimente.
    10Él se levantó y se marchó a Sarepta. Entraba por la puerta de la ciudad cuando una mujer viuda recogía leña. La llamó y le dijo:
    —Por favor, tráeme en un vaso un poco de agua para beber.
    11Cuando ella iba a buscar el agua, él la llamó y le dijo:
    —Por favor, tráeme en tus manos un trozo de pan.
    12Ella contestó:
    —Vive el Señor, tu Dios, que no tengo ni una hogaza: sólo un puñado de harina en el cuenco y un poco de aceite en la alcuza. Ahora estoy recogiendo un par de leños para ir a prepararlo para mi hijo y para mí. Lo comeremos y luego moriremos.
    13Le dijo Elías:
    —No tengas miedo. Anda, haz lo que dices; pero primero hazme a mí con eso una torta pequeña y tráemela; después vete y hazla para ti y para tu hijo.
    14Porque esto ha dicho el Señor, Dios de Israel: «El cuenco de harina no quedará sin nada y la alcuza de aceite no se vaciará hasta el día en que el Señor conceda la lluvia a la superficie del suelo».
    15Ella fue y actuó según la palabra de Elías, y comieron él y ella y su casa durante días.
    16La harina del cuenco no se acabó ni el aceite de la alcuza se vació, según la palabra que el Señor había pronunciado por medio de –Elías.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 4:2-5, 7-8

    2Escúchame cuando te invoco, Dios de mi justicia.
    Tú que en la angustia me das alivio, ten piedad de mí y oye mi oración.
    3Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo ultrajaréis
    mi honor, amaréis la vanidad y buscaréis la mentira?
    4Sabed que el Señor elige al que le es fiel.
    El Señor me escucha cuando le invoco.
    5Temblad y dejad de pecar,
    reflexionad en vuestros corazones, sobre vuestros lechos, en silencio.
    7Muchos dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha?».
    Alza sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
    8Tú das a mi corazón un gozo mayor que a ellos
    cuando abundan en trigo y vino.

  • Evangelio

    Mateo 5:13-16

    13»Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa ¿con qué se salará? No vale más que para tirarla fuera y que la pisotee la gente.
    14»Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en lo alto de un monte;
    15ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa.
    16Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre, que está en los cielos.