San Damián de Veuster (de Molokai), Presbítero (Memoria Libre)

mayo 10, 2022

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hechos 11:19-26

    19Los que se habían dispersado por la tribulación surgida por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, predicando la palabra sólo a los judíos.
    20Entre ellos había algunos chipriotas y cirenenses, que, cuando entraron en Antioquía, hablaban también a los griegos, anunciándoles el Evangelio del Señor Jesús.
    21La mano del Señor estaba con ellos y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
    22Llegó esta noticia a oídos de la iglesia que había en Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía.
    23Cuando llegó y vio la gracia de Dios se alegró, y a todos les exhortaba a permanecer en el Señor con un corazón firme,
    24porque era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran muchedumbre se adhirió al Señor.
    25Marchó Bernabé a Tarso para buscar a Saulo,
    26lo encontró y lo condujo a Antioquía. Estuvieron juntos en aquella iglesia un año entero y adoctrinaron a una gran muchedumbre. Fue en Antioquía donde los discípulos recibieron por primera vez el nombre de cristianos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 87:1-7

    1De los hijos de Coré. Salmo. Cántico.
    En los montes santos están sus cimientos.
    2El Señor ama las puertas de Sión
    más que todas las moradas de Jacob.
    3¡Grandezas se dicen de ti,
    ciudad de Dios!
    4Contaré a Rahab y Babilonia
    entre los que me reconocen. Filistea, Tiro y Etiopía han nacido allí.
    5Y de Sión se dirá:
    «Éste hombre y aquél han nacido en ella». El propio Altísimo la erigió.
    6El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
    «Éste ha nacido allí».
    7Cantores y músicos entonarán:
    «En ti están todas mis fuentes». 

  • Evangelio

    Juan 10:22-30

    22Se celebraba por aquel tiempo en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno.
    23Paseaba Jesús por el Templo, en el pórtico de Salomón.
    24Entonces le rodearon los judíos y comenzaron a decirle:
    —¿Hasta cuándo nos vas a tener en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo claramente.
    25Les respondió Jesús:
    —Os lo he dicho y no lo creéis; las obras que hago en nombre de mi Padre son las que dan testimonio de mí.
    26Pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas.
    27Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y me siguen.
    28Yo les doy vida eterna; no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mi mano.
    29Mi Padre, que me las dio, es mayor que todos; y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.
    30Yo y el Padre somos uno.