Día del Trabajo

septiembre 6, 2021

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 2:4-9, 15

    4Éstos fueron los orígenes del cielo y de la tierra al ser creados.
    Cuando el Señor Dios hizo tierra y cielo,
    5aún no había en la tierra ningún arbusto silvestre, y aún no había brotado ninguna hierba del campo —pues el Señor Dios no había hecho llover sobre la tierra ni había nadie que trabajara el suelo—,
    6pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.
    7Entonces, el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, insufló en sus narices aliento de vida, y el hombre se convirtió en un ser vivo.
    8El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado.
    9El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y buenos para comer; y además, en medio del jardín, el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del mal.
    15El Señor Dios tomó al hombre y lo colocó en el jardín de Edén para que lo trabajara y lo guardara;

  • Salmo Responsorial

    Salmo 90:2-5, 12-14, 16

    2Antes de que fueran engendrados los montes
    y la tierra y el orbe fuesen formados, desde siempre y para siempre, Tú eres Dios.
    3Al polvo haces volver al hombre,
    diciendo: «Volved, hijos de Adán».
    4Pues mil años a tus ojos
    son como un día de ayer, que pasó, como una vigilia de la noche.
    5Tú los arrastras, son un sueño al amanecer,
    como hierba que brota:
    12Enséñanos a llevar buena cuenta de nuestros días,
    para que logremos un corazón sabio.
    13¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…?
    Ten piedad con tus siervos.
    14Sácianos de mañana con tu misericordia,
    exultaremos y nos alegraremos todos nuestros días.
    16Que se muestre a tus siervos tu obra,
    y a tus hijos tu majestad.

  • Evangelio

    Mateo 6:31-34

    31Así pues, no andéis preocupados diciendo: ¿qué vamos a comer, qué vamos a beber, con qué nos vamos a vestir?
    32Por todas esas cosas se afanan los paganos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso estáis necesitados.
    33»Buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas se os añadirán.
    34Por tanto, no os preocupéis por el mañana, porque el mañana traerá su propia preocupación. A cada día le basta su contrariedad.

  • Primera Lectura

    Colosenses 1:24--2:3

    1
    24Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia.
    25De ella he sido yo constituido servidor por disposición divina, dada en favor vuestro: para cumplir el encargo de anunciar la palabra de Dios, es decir,
    26el misterio que estuvo escondido durante siglos y generaciones y que ahora ha sido manifestado a sus santos.
    27En efecto, Dios quiso dar a conocer a los suyos las riquezas de gloria que contiene este misterio para los gentiles: es decir, que Cristo está en vosotros y es la esperanza de la gloria.
    28Nosotros lo anunciamos exhortando a todo hombre y enseñando a cada uno con la verdadera sabiduría, para hacer a todos perfectos en Cristo.
    29Con este fin trabajo afanosamente con su fuerza que actúa poderosamente en mí.
    2
    1Así pues, quiero que sepáis qué dura lucha sostengo por vosotros, y por los de Laodicea, y por cuantos no me han visto personalmente,
    2para que sean consolados sus corazones, unidos en la caridad, y alcancen en toda su riqueza la perfecta inteligencia y conocimiento del misterio de Dios, de Cristo,
    3en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 62:6-7, 9

    6Sólo en Dios está el descanso, alma mía,
    porque de Él viene mi esperanza.
    7Sólo Él es mi roca y mi salvación
    mi alcázar: no podré vacilar.
    9Confiad en Él, comunidad entera del pueblo,
    desahogad vuestro corazón en su presencia: Dios es nuestro refugio.

  • Evangelio

    Lucas 6:6-11

    6Otro sábado entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y había allí un hombre que tenía seca la mano derecha.
    7Los escribas y los fariseos le observaban a ver si curaba en sábado, para encontrar de qué acusarle.
    8Pero él conocía sus pensamientos y le dijo al hombre que tenía la mano seca:
    —Levántate y ponte en medio. Y se levantó y se puso en medio.
    9Entonces Jesús les dijo:
    —Yo os pregunto: ¿es lícito en sábado hacer el bien o hacer el mal, salvar la vida de un hombre o perderla?
    10Entonces, mirando a todos los que estaban a su alrededor, le dijo al que tenía la mano seca:
    —Extiende tu mano. Él lo hizo, y su mano quedó curada.
    11Ellos se llenaron de rabia y comenzaron a discutir entre sí qué harían contra Jesús.