San Alonso Gonzaga, Religioso (Memoria)

junio 21, 2021

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Génesis 12:1-9

    1El Señor dijo a Abrán:
    —Vete de tu tierra y de tu patria y de casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré;
    2de ti haré un gran pueblo,
    te bendeciré, y engrandeceré tu nombre que servirá de bendición.
    3Bendeciré a quienes te bendigan,
    y maldeciré a quienes te maldigan; en ti serán bendecidos todos los pueblos de la tierra.
    4Abrán se marchó tal como le había mandado el Señor, y con él fue Lot. Tenía Abrán setenta y cinco años cuando salió de Jarán.
    5Abrán llevó consigo a Saray, su mujer, y a Lot, su sobrino, con todos los bienes que había obtenido y la gente que había adquirido en Jarán. Salieron para ir a la tierra de Canaán, y llegaron a la tierra de Canaán.
    6Abrán atravesó la tierra de Canaán hasta el lugar sagrado de Siquem, hasta la encina de Moré. Los cananeos habitaban entonces en el país.
    7El Señor se manifestó a Abrán y le dijo:
    —A tu descendencia daré esta tierra. Abrán construyó allí un altar al Señor que se le había manifestado.
    8Desde allí pasó a la montaña al oriente de Betel, donde plantó la tienda, entre Betel a occidente y Ay a oriente; y construyó allí un altar al Señor e invocó el nombre del Señor.
    9Después Abrán reemprendió el viaje yendo, por etapas, al Négueb.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 33:12-13, 18-20, 22

    12Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,
    el pueblo que Él se eligió como heredad.
    13El Señor mira desde los cielos,
    ve a todos los hijos de Adán.
    18Los ojos del Señor velan por quienes le temen,
    por los que esperan en su misericordia,
    19para librar sus almas de la muerte,
    y hacerlos subsistir en la penuria.
    20Nuestra alma espera en el Señor,
    Él es nuestro socorro y nuestro escudo;
    22Que tu misericordia, Señor, esté sobre nosotros,
    que hemos puesto en Ti nuestra esperanza. 

  • Evangelio

    Mateo 7:1-5

    1»No juzguéis para no ser juzgados.
    2Porque con el juicio con que juzguéis se os juzgará, y con la medida con que midáis se os medirá.
    3»¿Por qué te fijas en la mota del ojo de tu hermano, y no reparas en la viga que hay en el tuyo?
    4O ¿cómo vas a decir a tu hermano: «Deja que saque la mota de tu ojo», cuando tú tienes una viga en el tuyo?
    5Hipócrita: saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad cómo sacar la mota del ojo de tu hermano.

  • Primera Lectura

    1 Juan 5:1-5

    1Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ése ha nacido de Dios; y todo el que ama a quien le engendró, ama también a quien ha sido engendrado por Él.
    2En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: en que amamos a Dios y cumplimos sus mandamientos.
    3Porque el amor de Dios consiste precisamente en que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son costosos,
    4porque todo el que ha nacido de Dios, vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.
    5¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

  • Salmo Responsorial

    Salmo 16:1-2, 5, 7-8, 11

    1Mictam. De David.
    Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
    2Yo digo al Señor:
    «Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
    5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
    Tú sostienes mi parte.
    7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
    hasta de noche mi corazón me instruye.
    8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
    con Él a mi derecha, no vacilo.
    11Me enseñas la senda de la vida,
    saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. 

  • Evangelio

    Mateo 22:34-40

    34Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se pusieron de acuerdo,
    35y uno de ellos, doctor de la ley, le preguntó para tentarle:
    36—Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?
    37Él le respondió:
    —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente.
    38Éste es el mayor y el primer mandamiento.
    39El segundo es como éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
    40De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.