Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Hebreos 10:19-25
19Por tanto, hermanos, como tenemos la confianza de entrar en el Santuario por la sangre de Jesús20—por el camino reciente y vivo que él nos abrió a través del velo, es decir, de su carne—21y a un gran sacerdote al frente de la casa de Dios,22acerquémonos con un corazón sincero y una fe plena, después de purificar nuestros corazones de una mala conciencia y de lavar nuestro cuerpo con agua pura.23Mantengamos firme la confesión de la esperanza, porque fiel es el que hizo la promesa,24y estemos pendientes unos de otros para estimularnos a la caridad y a las buenas obras,25sin abandonar nuestras propias reuniones, como acostumbran algunos, sino animándonos tanto más cuanto más cercano veis el día. -
Salmo Responsorial
Salmo 24:1-6
1De David. Salmo.
Del Señor es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que lo habitan.2Él la cimentó sobre los mares
y la asentó sobre los ríos.3¿Quién podrá subir al monte del Señor?
¿Quién podrá estar en su lugar santo?4El de manos inocentes
y de corazón puro, el que no dirige su alma a la vanidad, ni jura en falso.5Él recibirá la bendición del Señor,
y la justificación de Dios, su Salvador.6Tal es la estirpe de quienes le buscan,
de los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. -
Evangelio
Marcos 4:21-25
21Y les decía:
—¿Acaso se enciende la lámpara para ponerla debajo de un celemín o debajo de la cama? ¿No se pone sobre un candelero?22Pues no hay cosa escondida que no vaya a saberse, ni secreto que no acabe por hacerse público.23Si alguno tiene oídos para oír, que oiga.24Y les decía:
—Prestad atención a lo que oís. Con la medida con que midáis se os medirá y hasta se os dará de más.25Porque al que tiene se le dará; y al que no tiene incluso lo que tiene se le quitará.
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Primera Lectura
Sabiduría 7:7-10, 15-16
7Por eso, rogué prudencia y se me concedió;
invoqué un espíritu de sabiduría y vino a mí.8La antepuse a cetros y tronos
y, comparada con ella, tuve en nada la riqueza.9La piedra más preciosa no la iguala,
porque, a la vista de ella, todo el oro es un poco de arena y, ante ella, la plata vale lo que el barro.10La quise más que la salud y la belleza
y preferí tenerla como luz, porque su resplandor no tiene ocaso.15Que Dios me conceda hablar juiciosamente
y tener sentimientos dignos de los dones recibidos, pues Él es el guía de la sabiduría y el que dirige rectamente a los sabios.16En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras,
el ser prudentes y el saber obrar. -
Salmo Responsorial
Salmo 119:9-14
9(Bet) ¿Cómo podrá un joven mantener limpio su sendero?
Guardando tus palabras.10Con todo el corazón te busco;
no permitas que me desvíe de tus mandamientos.11En mi corazón he guardado tus palabras
para no pecar contra ti.12Bendito eres, Señor,
enséñame tus preceptos.13Con mis labios proclamo
todas las normas de tu boca.14En el camino de tus preceptos me deleito
más que en todas las riquezas. -
Evangelio
Mateo 23:8-12
8Vosotros, al contrario, no os hagáis llamar rabbí, porque sólo uno es vuestro maestro y todos vosotros sois hermanos.9No llaméis padre vuestro a nadie en la tierra, porque sólo uno es vuestro Padre, el celestial.10Tampoco os dejéis llamar doctores, porque vuestro doctor es uno sólo: Cristo.11Que el mayor entre vosotros sea vuestro servidor.12El que se ensalce será humillado, y el que se humille será ensalzado.

