San Bernardo de Corleone, Religioso (Memoria)

enero 12, 2021

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hebreos 2:5-12

    5Porque Dios no sometió a los ángeles el mundo futuro del que hablamos.
    6Por eso, se afirmó en cierto lugar de este modo:
    ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre para que te ocupes de él?
    7Le has hecho sólo un poco inferior a los ángeles
    y le has coronado de gloria y honor.
    8Todo lo has sometido bajo sus pies.
    Al someter todo al hombre no dejó nada sin someterle. Sin embargo, ahora no vemos que todo le esté ya sometido.
    9En cambio, a aquel que fue hecho por un momento inferior a los ángeles, a Jesús, le vemos coronado de gloria y honor a causa de la muerte padecida. De modo que, por gracia de Dios, experimentó la muerte en beneficio de todos.
    10Porque convenía que Aquel para quien y por quien son todas las cosas, habiéndose propuesto llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase mediante los sufrimientos al que iba a llevarlos a la salvación.
    11Porque quien santifica y quienes son santificados vienen todos de uno solo; por eso no se avergüenza de llamarlos hermanos,
    12y dice:
    Anunciaré tu nombre a mis hermanos y en medio de la iglesia te alabaré.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 8:2, 5-9

    2¡Dios y Señor nuestro,
    qué admirable es tu Nombre en toda la tierra! Has exaltado tu majestad sobre los cielos.
    5¿qué es el hombre, para que de él te acuerdes,
    y el hijo de Adán, para que te cuides de él?
    6Lo has hecho poco menor que los ángeles,
    le has coronado de gloria y honor.
    7Le das el mando sobre las obras de tus manos.
    Todo lo has puesto bajo sus pies:
    8ovejas y bueyes,
    bestias del campo,
    9aves del cielo, peces del mar,
    cuanto cruza las rutas del piélago.

  • Evangelio

    Marcos 1:21-28

    21Entraron en Cafarnaún y, en cuanto llegó el sábado, fue a la sinagoga y se puso a enseñar.
    22Y se quedaron admirados de su enseñanza, porque les enseñaba como quien tiene potestad y no como los escribas.
    23Se encontraba entonces en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu impuro,
    24que comenzó a gritar:
    —¿Qué tenemos que ver contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a perdernos? ¡Sé quién eres: el Santo de Dios!
    25Y Jesús le conminó:
    —¡Cállate, y sal de él!
    26Entonces, el espíritu impuro, zarandeándolo y dando una gran voz, salió de él.
    27Y se quedaron todos estupefactos, de modo que se preguntaban entre ellos:
    —¿Qué es esto? Una enseñanza nueva con potestad. Manda incluso a los espíritus impuros y le obedecen.
    28Y su fama corrió pronto por todas partes, en toda la región de Galilea.

  • Primera Lectura

    Ezequiel 33:12-16

    12»Tú, hijo de hombre, di a los hijos de tu pueblo: «La justicia del justo no lo salvará el día que cometa delito, y la impiedad del impío no lo arrastrará el día en que se aparte de su impiedad, como el justo no continuará viviendo en justicia el día que peque.
    13Si digo al justo: “Vas a vivir” y él, confiando en su justicia, comete iniquidad, nada de su justicia será recordado y morirá por la iniquidad que cometió.
    14Y si digo al malvado: “Vas a morir”, y él se aparta de su pecado y practica el derecho y la justicia,
    15devuelve la prenda, restituye lo robado y camina en los preceptos de vida, sin cometer iniquidad, ciertamente vivirá, no morirá.
    16No se le imputará ninguno de los pecados que ha cometido; ha practicado el derecho y la justicia y, ciertamente, vivirá.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 51:8-12, 17, 19

    8Pero Tú amas la verdad más íntima,
    y, en lo oculto, me enseñas la sabiduría.
    9Rocíame con hisopo y quedaré limpio,
    lávame y quedaré más blanco que la nieve.
    10Hazme sentir gozo y alegría,
    que exulten los huesos que has quebrado.
    11Aparta tu rostro de mis pecados
    y borra todas mis culpas.
    12Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
    y renueva en mi interior un espíritu firme.
    17Señor, abre mis labios
    y mi boca proclamará tu alabanza.
    19El sacrificio grato a Dios es un espíritu contrito:
    un corazón contrito y humillado, Dios mío, no lo desprecias.

  • Evangelio

    Lucas 15:3-7

    3Entonces les propuso esta parábola:
    4—¿Quién de vosotros, si tiene cien ovejas y pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y sale en busca de la que se perdió hasta encontrarla?
    5Y, cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso,
    6y, al llegar a casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: «Alegraos conmigo, porque he encontrado la oveja que se me perdió».
    7Os digo que, del mismo modo, habrá en el cielo mayor alegría por un pecador que se convierta que por noventa y nueve justos que no tienen necesidad de conversión.