San Francisco Xavier, Presbítero (Memoria)

diciembre 3, 2020

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 26:1-6

    1Aquel día se cantará este cántico en la tierra de Judá:
    «Tenemos una ciudad fortificada; ha levantado como defensa murallas y antemurales.
    2¡Abrid las puertas, que va a entrar una nación justa,
    que guarda la fidelidad!
    3Al de ánimo firme
    le guardas la paz, la paz, porque en ti está seguro.
    4Confiad siempre en el Señor,
    porque el Señor es la Roca eterna;
    5porque ha doblegado a los que habitan en las alturas,
    ha humillado la plaza inaccesible, la ha humillado hasta el suelo, la ha abatido hasta el polvo.
    6La pisotearán pies, pies de pobre,
    pisadas de desvalidos.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 118:1, 8-9, 19-21, 25-27

    1¡Aleluya!
    Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia.
    8Mejor es refugiarse en el Señor
    que confiar en el hombre.
    9Mejor es refugiarse en el Señor
    que confiar en los príncipes.
    19Abridme las puertas de la justicia:
    entraré por ellas y daré gracias al Señor.
    20Ésta es la puerta del Señor:
    los justos entrarán por ella.
    21Te doy gracias, porque me has escuchado,
    y has sido mi salvación.
    25¡Señor, dame la salvación!
    ¡Señor, dame prosperidad!
    26Bendito el que viene en Nombre del Señor.
    Os bendecimos desde la Casa del Señor.
    27El Señor es Dios, Él nos ilumina.
    Disponed ceremonia solemne con ramos frondosos hasta los ángulos del altar.

  • Evangelio

    Mateo 7:21, 24-27

    21»No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
    24»Por lo tanto, todo el que oye estas palabras mías y las pone en práctica, es como un hombre prudente que edificó su casa sobre roca;
    25y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó porque estaba cimentada sobre roca.
    26»Pero todo el que oye estas palabras mías y no las pone en práctica es como un hombre necio que edificó su casa sobre arena;
    27y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremenda su ruina.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 9:16-19, 22-23

    16Porque si evangelizo, no es para mí motivo de gloria, pues es un deber que me incumbe. ¡Ay de mí si no evangelizara!
    17Si lo hiciera por propia iniciativa, tendría recompensa; pero si lo hago por mandato, cumplo una misión encomendada.
    18¿Cuál es entonces mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, sin hacer valer mis derechos por el Evangelio.
    19Porque siendo libre de todos, me hice siervo de todos para ganar a cuantos más pueda.
    22Me hice débil con los débiles, para ganar a los débiles. Me he hecho todo para todos, para salvar de cualquier manera a algunos.
    23Y todo lo hago por el Evangelio, para tener yo también parte en él.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 117:1-2

    1¡Aleluya!
    Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos.
    2Porque firme es con nosotros su misericordia,
    la fidelidad del Señor permanece para siempre. 

  • Evangelio

    Marcos 16:15-20

    15Y les dijo:
    —Id al mundo entero y predicad el Evangelio a todo lo creado.
    16El que crea y sea bautizado será salvado; pero el que no crea será condenado.
    17A los que crean acompañarán estos signos: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas,
    18agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados.
    19El Señor, Jesús, después de hablarles, se elevó al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
    20Y ellos, partiendo de allí, predicaron por todas partes, y el Señor cooperaba y confirmaba la palabra con los milagros que la acompañaban.