Lecturas diarias:
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Primera Lectura
Apocalipsis 22:1-7
1Me mostró el río de agua de la vida, claro como un cristal, procedente del trono de Dios y del Cordero.2En medio de su plaza, y en una y otra orilla del río, está el árbol de la vida, que produce frutos doce veces: cada mes da fruto; y las hojas del árbol sirven para sanar a las naciones.3Ya no habrá nada maldito. En ella estará el trono de Dios y del Cordero, y sus siervos le darán culto,4verán su rostro y llevarán su nombre grabado en la frente.5Ya no habrá noche: no tienen necesidad de luz de lámparas ni de la luz del sol, porque el Señor Dios alumbrará sobre ellos y reinarán por los siglos de los siglos.6Y me dijo:
—Estas palabras son fidedignas y veraces. El Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para manifestar a sus siervos las cosas que van a suceder pronto.7Mira, vendré enseguida. Bienaventurado el que guarde las palabras de la profecía de este libro. -
Salmo Responsorial
Salmo 95:1-7
1¡Venid!, cantemos jubilosos al Señor,
aclamemos a la Roca de nuestra salvación.2Vayamos a su presencia con acción de gracias,
aclamémosle con salmos.3Porque el Señor es Dios Grande,
el Gran Rey sobre todos los dioses.4En su mano están las simas de la tierra,
suyas son las cumbres de los montes.5Suyo es el mar, pues Él lo hizo,
y la tierra firme que modelaron sus manos.6Venid, adoremos y postrémonos,
pongámonos de hinojos ante el Señor, nuestro Hacedor.7Pues Él es nuestro Dios,
y nosotros el pueblo que Él apacienta, las ovejas que Él cuida. ¡Ojalá escuchéis hoy su voz! -
Evangelio
Lucas 21:34-36
34»Vigilaos a vosotros mismos, para que vuestros corazones no estén ofuscados por la crápula, la embriaguez y los afanes de esta vida, y aquel día no sobrevenga de improviso sobre vosotros,35porque caerá como un lazo sobre todos aquellos que habitan en la faz de toda la tierra.36Vigilad orando en todo tiempo, a fin de que podáis evitar todos estos males que van a suceder, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.
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Primera Lectura
Eclesiástico 45:1-5
1que fue amado por Dios y por los hombres:
Moisés, de bendita memoria.2Le hizo semejante en gloria a los santos
y le engrandeció para temor de los enemigos.3Por su palabra hizo bajar los prodigios,
le glorificó ante los reyes; le dio autoridad ante su pueblo y le mostró su gloria.4Le santificó con fidelidad y con mansedumbre,
le eligió entre toda carne.5Le hizo oír su voz;
le introdujo dentro de la nube.6Le dio cara a cara los mandamientos,
Ley de vida y de ciencia, para enseñar su alianza a Jacob y sus decretos a Israel. -
Salmo Responsorial
Salmo 16:1-2, 5-8, 11
1Mictam. De David.
Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.2Yo digo al Señor:
«Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
Tú sostienes mi parte.6Me ha tocado en suerte un lote hermoso;
me agrada mi heredad.7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
hasta de noche mi corazón me instruye.8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
con Él a mi derecha, no vacilo.11Me enseñas la senda de la vida,
saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. -
Evangelio
Lucas 10:1-9
1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.2Y les decía:
—La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».

