San Nicolás Tavelic, OFM, Presbítero, y Compañeros, Mártires (Memoria)

noviembre 14, 2020

Color: Rojo

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    3 Juan 5-8

    5Queridísimo, en tu conducta con los hermanos, incluso con los forasteros, te portas como corresponde a un fiel.
    6Ellos dieron testimonio de tu caridad en presencia de la Iglesia. Y harás bien en proveerles para su viaje de una manera digna de Dios;
    7pues por el Nombre se pusieron en camino sin aceptar nada de los gentiles.
    8Por eso, nosotros debemos acogerlos, para ser cooperadores de la verdad.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 112:1-6

    1Aleluya.
    (Alef) Dichoso el hombre que teme al Señor, (Bet) y se complace de lleno en sus mandamientos.
    2(Guímel) Poderoso en la tierra será su linaje.
    (Dálet) Bendita será la descendencia de los rectos.
    3(He) En su casa habrá fortuna y riqueza;
    (Vav) su justicia permanecerá para siempre.
    4(Záin) Para los rectos brilla como luz en las tinieblas,
    (Het) el clemente, compasivo y justo.
    5(Tet) Feliz el hombre compasivo y que presta,
    (Yod) y que administra sus asuntos con justicia;
    6(Kaf) no vacilará jamás.
    (Lámed) El justo será siempre recordado;

  • Evangelio

    Lucas 18:1-8

    1Les proponía una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desfallecer,
    2diciendo:
    —Había en una ciudad un juez que no temía a Dios ni respetaba a los hombres.
    3También había en aquella ciudad una viuda, que acudía a él diciendo: «Hazme justicia ante mi adversario».
    4Y durante mucho tiempo no quiso. Sin embargo, al final se dijo a sí mismo: «Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres,
    5como esta viuda está molestándome, le haré justicia, para que no siga viniendo a importunarme».
    6Concluyó el Señor:
    —Prestad atención a lo que dice el juez injusto.
    7¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos que claman a Él día y noche, y les hará esperar?
    8Os aseguro que les hará justicia sin tardanza. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?

  • Primera Lectura

    Romanos 8:31-39

    31¿Qué diremos a esto? Si Dios está con nosotros, ¿quién contra nosotros?
    32El que no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él todas las cosas?
    33¿Quién presentará acusación contra los elegidos de Dios? ¿Dios, el que justifica?
    34¿Quién condenará? ¿Cristo Jesús, el que murió, más aún, el que fue resucitado, el que además está a la derecha de Dios, el que está intercediendo por nosotros?
    35¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, o la persecución, o el hambre, o la desnudez, o el peligro, o la espada?
    36Como dice la Escritura:
    Por tu causa somos llevados a la muerte todo el día, somos considerados como ovejas destinadas al matadero.
    37Pero en todas estas cosas vencemos con creces gracias a aquel que nos amó.
    38Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las cosas presentes, ni las futuras, ni las potestades,
    39ni la altura, ni la profundidad, ni cualquier otra criatura podrá separarnos del amor de Dios, que está en Cristo Jesús, Señor nuestro.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6-8, 17, 21

    3Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    6En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    7Detestas a los que veneran ídolos vanos.
    Yo confío en el Señor.
    8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
    pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
    17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
    por tu misericordia, sálvame.
    21En lo secreto de tu presencia los ocultas
    de las intrigas humanas; en tu tienda los escondes de las lenguas pendencieras.

  • Evangelio

    Mateo 10:28-33

    28No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno.
    29¿No se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre.
    30En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
    31Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
    32»A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
    33Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.