San Benedict, Abad (Memoria)

julio 11, 2020

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 6:1-8

    1El año de la muerte del rey Uzías vi al Señor sentado en un trono excelso y elevado. El vuelo de su manto llenaba el Templo.
    2Unos serafines se mantenían por encima de Él. Cada uno tenía seis alas: con dos se cubrían el rostro, con dos se cubrían los pies, y con dos volaban.
    3Clamaban entre sí diciendo:
    —¡Santo, Santo, Santo es el Señor de los ejércitos! ¡Llena está toda la tierra de su gloria!
    4Retemblaron los soportes de los dinteles por el estruendo del clamor, mientras el Templo se llenaba de humo.
    5Entonces me dije:
    —¡Ay de mí, estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros, que habito en medio de un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al Rey, al Señor de los ejércitos!
    6Entonces voló hacia mí uno de los serafines portando una brasa que había tomado del altar con unas tenazas,
    7tocó mi boca y dijo:
    —Mira: esto ha tocado tus labios, tu culpa ha sido quitada, y tu pecado, perdonado.
    8Entonces oí la voz del Señor, que decía:
    —¿A quién enviaré? ¿Quién irá de nuestra parte? Y respondí: —Aquí estoy. Envíame a mí.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 93:1-2, 5

    1El Señor reina. Vestido está de majestad.
    El Señor está vestido, ceñido de poder. Por eso el orbe se mantiene firme; no vacilará.
    2Tu trono está firme desde antiguo.
    Tú eres desde siempre.
    5Tus preceptos son firmes.
    Tu Casa, Señor, exige la santidad, por días sin término. 

  • Evangelio

    Mateo 10:24-33

    24No está el discípulo por encima del maestro, ni el siervo por encima de su señor.
    25Al discípulo le basta llegar a ser como su maestro, y al siervo como su señor. Si al amo de la casa le han llamado Beelzebul, cuánto más a los de su misma casa.
    26»No les tengáis miedo, porque nada hay oculto que no vaya a ser descubierto, ni secreto que no llegue a saberse.
    27Lo que os digo en la oscuridad, decidlo a plena luz; y lo que escuchasteis al oído, pregonadlo desde los terrados.
    28No tengáis miedo a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma; temed ante todo al que puede hacer perder alma y cuerpo en el infierno.
    29¿No se vende un par de pajarillos por un as? Pues bien, ni uno solo de ellos caerá en tierra sin que lo permita vuestro Padre.
    30En cuanto a vosotros, hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados.
    31Por tanto, no tengáis miedo: vosotros valéis más que muchos pajarillos.
    32»A todo el que me confiese delante de los hombres, también yo le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.
    33Pero al que me niegue delante de los hombres, también yo le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.

  • Primera Lectura

    Proverbios 2:1-9

    1Hijo mío, si acoges mis palabras
    y guardas mis preceptos,
    2prestando oídos a la sabiduría,
    inclinando tu corazón a la prudencia;
    3si invocas el discernimiento
    y apelas a la prudencia,
    4si la procuras como a la plata
    y la buscas como a los tesoros,
    5entonces comprenderás el temor del Señor
    y hallarás el conocimiento de Dios.
    6Porque el Señor da la sabiduría,
    de su boca, el saber y la discreción.
    7Él reserva destreza a los rectos,
    es escudo para quienes andan con integridad,
    8protege las sendas del derecho,
    y guarda el camino de sus fieles.
    9Entonces comprenderás justicia, derecho y rectitud:
    todo buen sendero.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-11

    2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
    su alabanza está en mi boca de continuo.
    3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
    que lo escuchen los humildes y se alegren.
    4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
    ensalcemos juntos su Nombre.
    5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
    me ha librado de todos mis temores.
    6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
    vuestros rostros no se avergonzarán.
    7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.
    8(Het) El ángel del Señor se sitúa
    alrededor de los que le temen para librarlos.
    9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
    dichoso el hombre que se refugia en Él.
    10(Yod) Temed al Señor sus santos,
    que nada falta a los que le temen.
    11(Kaf) Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
    pero los que buscan al Señor de nada carecen.

  • Evangelio

    Mateo 19:27-29

    27Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo:
    —Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué recompensa tendremos?
    28Jesús les respondió:
    —En verdad os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en su trono de gloria, vosotros, los que me habéis seguido, también os sentaréis sobre doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
    29Y todo el que haya dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, o hijos, o campos, por causa de mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna.