San Felipe Neri, Presbítero (Memoria)

mayo 26, 2020

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hechos 20:17-27

    17Desde Mileto envió un mensaje a Éfeso y convocó a los presbíteros de la iglesia.
    18Cuando llegaron les dijo:
    —Vosotros sabéis cómo me he comportado en vuestra compañía desde el primer día que entré en Asia,
    19sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas en medio de las dificultades que me han venido por las insidias de los judíos;
    20cómo no dejé de hacer nada de cuanto podía aprovecharos —al predicaros y al enseñaros, en público y en vuestras casas—,
    21cuando anunciaba a judíos y griegos la conversión a Dios y la fe en nuestro Señor Jesús.
    22Ahora, encadenado por el Espíritu, me dirijo a Jerusalén, sin saber qué me pasará allí,
    23excepto que por todas las ciudades el Espíritu Santo testimonia en mi interior para decirme que me esperan cadenas y tribulaciones.
    24Pero en nada estimo mi vida, con tal de consumar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús de dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
    25Sé ahora que ninguno de vosotros, entre quienes pasé predicando el Reino, volverá a ver mi rostro.
    26Por eso, en este día doy testimonio de que estoy libre de culpa de la sangre de todos,
    27pues no dejé de anunciaros todos los designios de Dios.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 68:10-11, 20-21

    10Derramaste una lluvia copiosa, oh Dios,
    reconfortaste tu heredad extenuada.
    11Tu grey habitó en la heredad
    que, en tu bondad, oh Dios, preparaste al pobre.
    20¡Bendito sea el Señor, día tras día!
    Él lleva nuestras cargas, es el Dios de nuestra salvación.
    21Dios es para nosotros el Dios que salva,
    y al Señor, nuestro Dios, debemos el escapar de la muerte.

  • Evangelio

    Juan 17:1-11

    1Jesús, después de pronunciar estas palabras, elevó sus ojos al cielo y dijo:
    —Padre, ha llegado la hora. Glorifica a tu Hijo para que tu Hijo te glorifique;
    2ya que le diste potestad sobre toda carne, que él dé vida eterna a todos los que Tú le has dado.
    3Ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Tú has enviado.
    4Yo te he glorificado en la tierra: he terminado la obra que Tú me has encomendado que hiciera.
    5Ahora, Padre, glorifícame Tú a tu lado con la gloria que tuve junto a Ti antes de que el mundo existiera.
    6»He manifestado tu nombre a los que me diste del mundo. Tuyos eran, Tú me los confiaste y ellos han guardado tu palabra.
    7Ahora han conocido que todo lo que me has dado proviene de Ti,
    8porque las palabras que me diste se las he dado, y ellos las han recibido y han conocido verdaderamente que yo salí de Ti, y han creído que Tú me enviaste.
    9Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo sino por los que me has dado, porque son tuyos.
    10Todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío, y he sido glorificado en ellos.
    11»Ya no estoy en el mundo, pero ellos están en el mundo y yo voy a Ti. Padre Santo, guarda en tu nombre a aquellos que me has dado, para que sean uno como nosotros.

  • Primera Lectura

    Filipenses 4:4-9

    4Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.
    5Que vuestra comprensión sea patente a todos los hombres. El Señor está cerca.
    6No os preocupéis por nada; al contrario: en toda oración y súplica, presentad a Dios vuestras peticiones con acción de gracias.
    7Y la paz de Dios que supera todo entendimiento custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
    8Por lo demás, hermanos, cuanto hay de verdadero, de honorable, de justo, de íntegro, de amable y de encomiable; todo lo que sea virtuoso y digno de alabanza, tenedlo en estima.
    9Lo que aprendisteis y recibisteis, lo que oísteis y visteis en mí, ponedlo por obra; y el Dios de la paz estará con vosotros.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-11

    2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
    su alabanza está en mi boca de continuo.
    3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
    que lo escuchen los humildes y se alegren.
    4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
    ensalcemos juntos su Nombre.
    5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
    me ha librado de todos mis temores.
    6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
    vuestros rostros no se avergonzarán.
    7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.
    8(Het) El ángel del Señor se sitúa
    alrededor de los que le temen para librarlos.
    9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
    dichoso el hombre que se refugia en Él.
    10(Yod) Temed al Señor sus santos,
    que nada falta a los que le temen.
    11(Kaf) Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
    pero los que buscan al Señor de nada carecen.

  • Evangelio

    Juan 17:20-26

    20»No ruego sólo por éstos, sino por los que van a creer en mí por su palabra:
    21que todos sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti, que así ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado.
    22Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno.
    23Yo en ellos y Tú en mí, para que sean consumados en la unidad, y conozca el mundo que Tú me has enviado y los has amado como me amaste a mí.
    24Padre, quiero que donde yo estoy también estén conmigo los que Tú me has confiado, para que vean mi gloria, la que me has dado porque me amaste antes de la creación del mundo.
    25Padre justo, el mundo no te conoció; pero yo te conocí, y éstos han conocido que Tú me enviaste.
    26Les he dado a conocer tu nombre y lo daré a conocer, para que el amor con que Tú me amaste esté en ellos y yo en ellos.