San Conrado de Parzham, Capuchino, Religioso (Memoria)

abril 21, 2020

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hechos 4:32-37

    32La multitud de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma, y nadie consideraba como suyo lo que poseía, sino que compartían todas las cosas.
    33Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y en todos ellos había abundancia de gracia.
    34No había entre ellos ningún necesitado, porque los que eran dueños de campos o casas los vendían, llevaban el precio de la venta
    35y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se repartía a cada uno según sus necesidades.
    36Así, José, a quien los apóstoles dieron el sobrenombre de Bernabé —que significa «Hijo de la consolación»—, levita y chipriota de nacimiento,
    37tenía un campo, lo vendió, trajo el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 93:1-2, 5

    1El Señor reina. Vestido está de majestad.
    El Señor está vestido, ceñido de poder. Por eso el orbe se mantiene firme; no vacilará.
    2Tu trono está firme desde antiguo.
    Tú eres desde siempre.
    5Tus preceptos son firmes.
    Tu Casa, Señor, exige la santidad, por días sin término. 

  • Evangelio

    Juan 3:7-15

    7No te sorprendas de que te haya dicho que debéis nacer de nuevo.
    8El viento sopla donde quiere y oyes su voz pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu.
    9Respondió Nicodemo y le dijo:
    —¿Y eso cómo puede ser?
    10Contestó Jesús:
    —¿Tú eres maestro en Israel y lo ignoras?
    11En verdad, en verdad te digo que hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero no recibís nuestro testimonio.
    12Si os he hablado de cosas terrenas y no creéis, ¿cómo ibais a creer si os hablara de cosas celestiales?
    13Pues nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del Hombre.
    14Igual que Moisés levantó la serpiente en el desierto, así debe ser levantado el Hijo del Hombre,
    15para que todo el que crea tenga vida eterna en él.

  • Primera Lectura

    Apocalipsis 3:14, 20-22

    14Al ángel de la iglesia de Laodicea escríbele:
    «Esto dice el Amén, el testigo fiel y veraz, el principio de la creación de Dios:
    20Mira, estoy a la puerta y llamo: si alguno escucha mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él, y él conmigo.
    21Al que venza le concederé sentarse conmigo en mi trono, igual que yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono”».
    22El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 122:1-9

    1Canto de las subidas. De David.
    Qué alegría cuando me dijeron: «¡Vamos a la Casa del Señor!
    2Ya se han parado nuestros pies
    a tus puertas, Jerusalén».
    3Jerusalén, bien cimentada,
    ciudad sólida y unida.
    4Allí suben las tribus,
    las tribus del Señor. Es un precepto de Israel, para alabar el Nombre del Señor.
    5Pues allí está la sede de justicia,
    la sede de la casa de David.
    6Pedid la paz para Jerusalén;
    estén seguros los que te aman.
    7Haya paz dentro de tus muros,
    seguridad en tus casas.
    8Por mis hermanos y mis amigos
    diré: «¡Haya paz dentro de ti!».
    9Por la Casa del Señor, nuestro Dios,
    buscaré tu bien. 

  • Evangelio

    Lucas 11:9-13

    9»Así pues, yo os digo: pedid y se os dará; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá;
    10porque todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.
    11»¿Qué padre de entre vosotros, si un hijo suyo le pide un pez, en lugar de un pez le da una serpiente?
    12¿O si le pide un huevo, le da un escorpión?
    13Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar a vuestros hijos cosas buenas, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?