San Pascal Baylon, OFM, Religioso (Memoria)

mayo 17, 2019

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Hechos 13:26-33

    26»Hermanos, hijos de Abrahán y los que entre vosotros sois temerosos de Dios: a nosotros se nos ha enviado esta palabra de Salvación.
    27Los habitantes de Jerusalén y sus jefes le ignoraron y, al condenarle, cumplieron las palabras de los Profetas que se leen todos los sábados.
    28Y sin haber encontrado causa alguna de muerte, pidieron a Pilato que le hiciera morir.
    29Cuando cumplieron todo lo que sobre él estaba escrito, le bajaron del madero y lo pusieron en el sepulcro.
    30Pero Dios le resucitó de entre los muertos:
    31se apareció muchos días a los que habían subido con él de Galilea a Jerusalén, los mismos que ahora son sus testigos ante el pueblo.
    32»También nosotros os anunciamos la buena nueva de que la promesa hecha a nuestros padres
    33la ha cumplido Dios en nosotros, sus hijos, al resucitar a Jesús, como estaba escrito en el Salmo segundo:
    Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 2:6-11

    6«Yo mismo he ungido a mi Rey
    en Sión, mi monte santo».
    7Proclamaré el decreto del Señor.
    Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo. Yo te he engendrado hoy.
    8Pídeme y te daré en herencia las naciones,
    los confines de la tierra en propiedad.
    9Los quebrantarás con barra de hierro;
    los romperás como vaso de alfarero».
    10Ahora, reyes, sed juiciosos.
    Escarmentad los que gobernáis la tierra.
    11Servid al Señor con temor
    y aclamadle con temblor.

  • Evangelio

    Juan 14:1-6

    1»No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios, creed también en mí.
    2En la casa de mi Padre hay muchas moradas. De lo contrario, ¿os hubiera dicho que voy a prepararos un lugar?
    3Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros.
    4Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
    5Tomás le dijo:
    —Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podremos saber el camino?
    6—Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida —le respondió Jesús—; nadie va al Padre si no es a través de mí.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 1:26-31

    26Considerad, si no, hermanos, vuestra vocación; porque no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
    27sino que Dios escogió la necedad del mundo para confundir a los sabios, y Dios eligió la flaqueza del mundo para confundir a los fuertes;
    28escogió Dios a lo vil, a lo despreciable del mundo, a lo que no es nada, para destruir lo que es,
    29de manera que ningún mortal pueda gloriarse ante Dios.
    30De Él os viene que estéis en Cristo Jesús, a quien Dios lo hizo para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención,
    31para que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 34:2-7, 9-11

    2(Alef) Bendigo al Señor en todo tiempo;
    su alabanza está en mi boca de continuo.
    3(Bet) Mi alma se gloría en el Señor;
    que lo escuchen los humildes y se alegren.
    4(Guímel) Engrandeced conmigo al Señor;
    ensalcemos juntos su Nombre.
    5(Dálet) Busqué al Señor y me ha escuchado,
    me ha librado de todos mis temores.
    6(He) Miradle y brillaréis de gozo,
    vuestros rostros no se avergonzarán.
    7(Záin) Cuando el pobre invoca, el Señor le escucha,
    y lo salva de todas sus angustias.
    9(Tet) Gustad y ved qué bueno es el Señor,
    dichoso el hombre que se refugia en Él.
    10(Yod) Temed al Señor sus santos,
    que nada falta a los que le temen.
    11(Kaf) Los ricos se empobrecen y pasan hambre,
    pero los que buscan al Señor de nada carecen.

  • Evangelio

    Mateo 11:25-30

    25En aquella ocasión Jesús declaró:
    —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños.
    26Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
    27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo.
    28»Venid a mí todos los fatigados y agobiados, y yo os aliviaré.
    29Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas:
    30porque mi yugo es suave y mi carga es ligera.