Santa Lucía, Virgen, Mártir (Memoria)

diciembre 13, 2018

Color: Rojo

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 41:13-20

    13Porque Yo soy el Señor, tu Dios,
    que sostengo tu diestra, y te digo: «No temas, Yo te ayudaré.
    14No temas, gusano de Jacob,
    los débiles de Israel, Yo te ayudaré» —oráculo de tu Señor y Redentor, el Santo de Israel—.
    15Mira: te he puesto como trillo cortante, nuevo,
    con muchos dientes; triturarás y desmenuzarás los montes, reducirás a polvo las colinas.
    16Los aventarás, el viento se los llevará,
    y el vendaval los dispersará. Pero tú te regocijarás en el Señor, te enorgullecerás en el Santo de Israel.
    17A los indigentes y pobres que buscan agua sin encontrarla,
    cuya lengua se reseca de sed, Yo, el Señor, los atenderé, Yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
    18Abriré ríos en las dunas,
    fuentes en medio de las vegas; convertiré el desierto en estanques de agua, y la estepa en manantiales de agua.
    19Plantaré cedros en el desierto,
    acacias, arrayanes y olivos. Pondré cipreses en la estepa, junto con olmos y alerces,
    20para que miren y sepan,
    estimen y aprendan de una vez que la mano del Señor hizo esto y el Santo de Israel lo creó.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 145:1, 9-13

    1Laude. De David.
    (Alef) Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey, bendeciré tu Nombre por siempre sin fin.
    9(Tet) El Señor es bueno con todos
    y su misericordia se extiende a todas sus obras.
    10(Yod) Que todas tus obras te den gracias, Señor,
    y tus fieles te bendigan.
    11(Kaf) Que proclamen la gloria de tu reino
    y anuncien tu poder.
    12(Lámed) Para mostrar tus proezas a los hijos de Adán
    y la gloria esplendorosa de tu reino.
    13(Mem) Tu reino es un reino eterno
    y tu dominio, por todas las generaciones. (Nun) El Señor es fiel en todas sus palabras y piadoso en todas sus obras.

  • Evangelio

    Mateo 11:11-15

    11»En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer nadie mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.
    12»Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos padece violencia, y los esforzados lo conquistan.
    13Porque todos los Profetas y la Ley profetizaron hasta Juan.
    14Y si queréis comprenderlo, él es Elías, el que iba venir.
    15El que tenga oídos, que oiga.

  • Primera Lectura

    2 Corintios 10:17--11:2

    10
    17El que se gloría, que se gloríe en el Señor.
    18Pues no es hombre probado quien se recomienda a sí mismo, sino aquel a quien el Señor recomienda.
    11
    1¡Ojalá pudierais soportar un poco mi necedad! ¡Pero sí, soportadme!
    2Porque estoy celoso de vosotros con celo de Dios: os he desposado con un solo esposo para presentaros a Cristo como a una virgen casta.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6, 8, 16-17

    3Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    6En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
    pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
    16Mi suerte está en tu mano;
    líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
    17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
    por tu misericordia, sálvame.

  • Evangelio

    Mateo 25:1-13

    1»Entonces el Reino de los Cielos será como diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo.
    2Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes;
    3pero las necias, al tomar sus lámparas, no llevaron consigo aceite;
    4las prudentes, en cambio, junto con las lámparas llevaron aceite en sus alcuzas.
    5Como tardaba en venir el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron.
    6A medianoche se oyó una voz: «¡Ya está aquí el esposo! ¡Salid a su encuentro!»
    7Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus lámparas.
    8Y las necias les dijeron a las prudentes: «Dadnos aceite del vuestro porque nuestras lámparas se apagan».
    9Pero las prudentes les respondieron: «No, no sea que no alcance para nosotras y vosotras. Mejor es que vayáis a quienes lo venden y compréis para vosotras».
    10Mientras fueron a comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta.
    11Luego llegaron las otras vírgenes diciendo: «¡Señor, señor, ábrenos!»
    12Pero él les respondió: «En verdad os digo que no os conozco».
    13Por eso: velad, porque no sabéis el día ni la hora.