San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, Ermitaño (Memoria Libre)

diciembre 9, 2017

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Isaías 30:19-21, 23-26

    19Pueblo de Sión, que habitas en Jerusalén: no tendrás que llorar más. Él te concederá gracia a la voz de tu súplica. Tan pronto la oiga, te responderá.
    20El Señor te dará pan tasado y agua escasa, pero tu maestro no se ocultará más, sino que tus ojos verán a tu maestro
    21y tus oídos oirán a tus espaldas estas palabras: «Éste es el camino, marchad por él». No os desviéis a la derecha ni a la izquierda.
    23Entonces te dará lluvia para la semilla que hayas sembrado en la tierra, y será abundante y sustancioso el pan que te produzca la tierra. Aquel día tu ganado pastará en anchas praderas,
    24los bueyes y asnos que labran tu tierra comerán forraje salado, aventado con bieldo y criba.
    25En todo monte alto y toda colina elevada habrá arroyos y corrientes de agua el día de la gran matanza, cuando caigan las torres.
    26La luz de la luna será como la luz del sol de mediodía, y la luz del sol de mediodía será multiplicada por siete, como la luz de siete días, el día en que el Señor vende la herida de su pueblo y cure la fractura que le hizo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 147:1-6

    1¡Aleluya!
    Alabad al Señor: es bueno entonar salmos a nuestro Dios, es bella y dulce la alabanza.
    2El Señor edifica Jerusalén,
    Él reúne a los dispersos de Israel.
    3Sana a los contritos de corazón,
    venda sus heridas.
    4Él lleva la cuenta de las estrellas
    y llama a cada una por su nombre.
    5Grande es nuestro Señor, de inmenso poder,
    su inteligencia no tiene límite.
    6El Señor sustenta a los humildes,
    y humilla hasta el suelo a los impíos.

  • Evangelio

    Mateo 9:35--10:1, 5-8

    9
    35Jesús recorría todas las ciudades y aldeas enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias.
    36Al ver a las multitudes se llenó de compasión por ellas, porque estaban maltratadas y abatidas como ovejas que no tienen pastor.
    37Entonces les dijo a sus discípulos:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos.
    38Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
    10
    1Habiendo llamado a sus doce discípulos, les dio potestad para expulsar a los espíritus impuros y para curar todas las enfermedades y dolencias.
    5A estos doce los envió Jesús, después de darles estas instrucciones:
    —No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad de samaritanos;
    6sino id primero a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
    7Id y predicad: «El Reino de los Cielos está al llegar».
    8Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, sanad a los leprosos, expulsad los demonios. Gratuitamente lo recibisteis, dadlo gratuitamente.