Santiago de la Marca, Presbítero (Memoria Libre)

noviembre 28, 2017

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Daniel 2:31-45

    31Tú, oh rey, estabas mirando y apareció una gran estatua. Era una estatua enorme; su brillo extraordinario resplandecía ante ti, y su aspecto era terrible.
    32Aquella estatua tenía la cabeza de oro fino, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce,
    33las piernas de hierro, y los pies parte de hierro y parte de barro.
    34Seguías mirando hasta que una piedra se desprendió sin intervención de mano alguna, golpeó la estatua sobre los pies de hierro y de barro, y los hizo pedazos.
    35Entonces se hicieron pedazos a la vez el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro, y fueron como el tamo de una era en verano; el viento se los llevó y desaparecieron sin dejar rastro. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una montaña y llenó toda la tierra.
    36Éste es el sueño: su interpretación la vamos a exponer al rey.
    37Tú, majestad, eres el rey de reyes, a quien el Dios del cielo ha entregado el reino, el poder, la fuerza y la gloria,
    38y en cuyas manos ha puesto todo lugar donde habitan los hombres, las bestias del campo y las aves del cielo; tu dominio se extiende sobre todos ellos. Tú eres la cabeza de oro.
    39En tu lugar se establecerá después otro reino inferior a ti; y luego otro tercer reino de bronce, que dominará toda la tierra.
    40Habrá después un cuarto reino, fuerte como el hierro; y lo mismo que el hierro rompe y machaca todo, como hierro demoledor él romperá y triturará a todos ellos.
    41Los pies y los dedos que viste, parte de barro de alfarero y parte de hierro, será un reino dividido, pero que tendrá la fuerza del hierro, porque viste hierro mezclado con barro de arcilla.
    42Como los dedos de los pies, parte de hierro y parte de barro, parte del reino será fuerte y parte será débil.
    43Como viste el hierro mezclado con barro de arcilla, así se mezclarán ellos mediante descendencia humana, pero no llegarán a unirse el uno con el otro, lo mismo que el hierro no se fusiona con el barro.
    44En los días de esos reyes el Dios del cielo suscitará un reino que nunca será destruido, y ese reino no pasará a otro pueblo; destruirá y acabará con todos los demás reinos, y él permanecerá por siempre.
    45Tal como viste que de la montaña se desprendió una piedra sin intervención humana, y que destrozó el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro, así el Gran Dios da a conocer al rey lo que sucederá después de esto. El sueño es verdadero y la interpretación cierta.

  • Salmo Responsorial

    Daniel 3:57-61

    57Obras todas del Señor, bendecid al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    58Bendecid, cielos, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    59Bendecid, ángeles del Señor, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    60Bendecid, aguas del espacio, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.
    61Bendecid, ejércitos del Señor, al Señor,
    alabadlo y ensalzadlo por los siglos.

  • Evangelio

    Lucas 21:5-11

    5Como algunos le hablaban del Templo, que estaba adornado con bellas piedras y ofrendas votivas, dijo:
    6—Vendrán días en los que de esto que veis no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.
    7Le preguntaron:
    —Maestro, ¿cuándo ocurrirán estas cosas y cuál será la señal de que están a punto de suceder?
    8Él dijo:
    —Mirad, no os dejéis engañar; porque vendrán en mi nombre muchos diciendo: «Yo soy», y «el momento está próximo». No les sigáis.
    9Cuando oigáis hablar de guerras y de revoluciones, no os aterréis, porque es necesario que sucedan primero estas cosas. Pero el fin no es inmediato.
    10Entonces les decía:
    —Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino;
    11habrá grandes terremotos y hambre y peste en diversos lugares; habrá cosas aterradoras y grandes señales en el cielo.

  • Primera Lectura

    Eclesiástico 45:1-5

    1que fue amado por Dios y por los hombres:
    Moisés, de bendita memoria.
    2Le hizo semejante en gloria a los santos
    y le engrandeció para temor de los enemigos.
    3Por su palabra hizo bajar los prodigios,
    le glorificó ante los reyes; le dio autoridad ante su pueblo y le mostró su gloria.
    4Le santificó con fidelidad y con mansedumbre,
    le eligió entre toda carne.
    5Le hizo oír su voz;
    le introdujo dentro de la nube.
    6Le dio cara a cara los mandamientos,
    Ley de vida y de ciencia, para enseñar su alianza a Jacob y sus decretos a Israel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 16:1-2, 5-8, 11

    1Mictam. De David.
    Guárdame, Dios mío, que me refugio en Ti.
    2Yo digo al Señor:
    «Tú eres mi Señor. No tengo otro bien que Tú».
    5Señor, Tú eres el lote de mi heredad y de mi copa:
    Tú sostienes mi parte.
    6Me ha tocado en suerte un lote hermoso;
    me agrada mi heredad.
    7Yo bendigo al Señor, que me aconseja;
    hasta de noche mi corazón me instruye.
    8Pongo ante mí al Señor sin cesar;
    con Él a mi derecha, no vacilo.
    11Me enseñas la senda de la vida,
    saciedad de gozo en tu presencia, dicha perpetua a tu derecha. 

  • Evangelio

    Lucas 10:1-9

    1Después de esto designó el Señor a otros setenta y dos, y los envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir.
    2Y les decía:
    —La mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, por tanto, al señor de la mies que envíe obreros a su mies.
    3Id: mirad que yo os envío como corderos en medio de lobos.
    4No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no saludéis a nadie por el camino.
    5En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa».
    6Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros.
    7Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa.
    8Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan;
    9curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca de vosotros».