Feria

octubre 3, 2016

Color: Verde

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Gálatas 1:6-12

    6Me sorprende que hayáis abandonado tan pronto al que os llamó por la gracia de Cristo para seguir otro evangelio;
    7aunque no es que haya otro, sino que hay algunos que os inquietan y quieren cambiar el Evangelio de Cristo.
    8Pero aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciásemos un evangelio diferente del que os hemos predicado, ¡sea anatema!
    9Como os lo acabamos de decir, ahora os lo repito: si alguno os anuncia un evangelio diferente del que habéis recibido, ¡sea anatema!
    10¿Busco ahora la aprobación de los hombres o la de Dios? ¿O es que pretendo agradar a los hombres? Si todavía pretendiera agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
    11Porque os hago saber, hermanos, que el Evangelio que yo os he anunciado no es algo humano;
    12pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 111:1-2, 7-10

    1Aleluya.
    (Alef) Doy gracias al Señor, de todo corazón, (Bet) en el consejo de los rectos y en la asamblea.
    2(Guímel) Grandes son las obras del Señor;
    (Dálet) dignas de ser contempladas por todos los que las aman.
    7(Mem) Las obras de sus manos son verdad y justicia.
    (Nun) Dignos de confianza, todos sus mandatos;
    8(Sámek) promulgados para siempre,
    (Áin) se han de cumplir con fidelidad y rectitud.
    9(Pe) Envió la redención a su pueblo;
    (Sade) ordenó para siempre su alianza. (Qof) Su Nombre es santo y temible.
    10(Resh) Principio de la sabiduría es el temor del Señor.
    (Shin) Sensatos son cuantos lo practican. (Tav) Su alabanza permanece para siempre. 

  • Evangelio

    Lucas 10:25-37

    25Entonces un doctor de la Ley se levantó y dijo para tentarle:
    —Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
    26Él le contestó:
    —¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees tú?
    27Y éste le respondió:
    —Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con toda tu mente, y a tu prójimo como a ti mismo.
    28Y le dijo:
    —Has respondido bien: haz esto y vivirás.
    29Pero él, queriendo justificarse, le dijo a Jesús:
    —¿Y quién es mi prójimo?
    30Entonces Jesús, tomando la palabra, dijo:
    —Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos salteadores que, después de haberle despojado, le cubrieron de heridas y se marcharon, dejándolo medio muerto.
    31Bajaba casualmente por el mismo camino un sacerdote y, al verlo, pasó de largo.
    32Igualmente, un levita llegó cerca de aquel lugar y, al verlo, también pasó de largo.
    33Pero un samaritano que iba de viaje se llegó hasta él y, al verlo, se llenó de compasión.
    34Se acercó y le vendó las heridas echando en ellas aceite y vino. Lo montó en su propia cabalgadura, lo condujo a la posada y él mismo lo cuidó.
    35Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: «Cuida de él, y lo que gastes de más te lo daré a mi vuelta».
    36¿Cuál de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los salteadores?
    37Él le dijo:
    —El que tuvo misericordia con él. —Pues anda —le dijo Jesús—, y haz tú lo mismo.