Sábado Memoria de la Santísima Virgen María

septiembre 10, 2016

Color: Blanco

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    1 Corintios 10:14-22

    14Por todo esto, amadísimos míos, huid de la idolatría.
    15Os hablo como a prudentes. Juzgad vosotros mismos lo que digo:
    16el cáliz de bendición que bendecimos ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos ¿no es la comunión del Cuerpo de Cristo?
    17Puesto que el pan es uno, muchos somos un solo cuerpo, porque todos participamos de un solo pan.
    18Mirad a Israel, según la carne: los que comen de las víctimas ¿no entran en comunión con el altar?
    19¿Qué digo entonces? ¿Que lo sacrificado a los ídolos es algo? ¿O que el ídolo es algo?
    20Eso no. Sin embargo, lo que sacrifican los gentiles, a los demonios lo sacrifican y no a Dios. Y no quiero que vosotros entréis en comunión con los demonios.
    21No podéis beber el cáliz del Señor y el cáliz de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios.
    22¿O queremos provocar la ira del Señor? ¿Acaso somos más fuertes que él?

  • Salmo Responsorial

    Salmo 116:12-13, 17-18

    12¿Cómo pagaré al Señor
    todo el bien que me ha dado?
    13Alzaré la copa de la salvación
    e invocaré el Nombre del Señor.
    17Te ofreceré un sacrificio de acción de gracias,
    e invocaré el Nombre del Señor.
    18Cumpliré al Señor mis votos
    en presencia de todo su pueblo,

  • Evangelio

    Lucas 6:43-49

    43»Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo, ni tampoco árbol malo que dé buen fruto.
    44Pues cada árbol se conoce por su fruto; no se recogen higos de los espinos, ni se vendimian uvas del zarzal.
    45El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno, y el malo de su mal saca lo malo: porque de la abundancia del corazón habla su boca.
    46»¿Por qué me llamáis: «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?
    47Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica, os diré a quién se parece.
    48Se parece a un hombre que, al edificar una casa, cavó muy hondo y puso los cimientos sobre la roca. Al venir una inundación, el río rompió contra aquella casa, y no pudo derribarla porque estaba bien edificada.
    49»El que oye y no pone en práctica se parece a un hombre que edificó su casa sobre la tierra sin cimientos; rompió contra ella el río y enseguida se derrumbó, y fue tremenda la ruina de aquella casa.