Santa Ágata, Virgen, Mártir (Memoria)

febrero 5, 2016

Color: Rojo

Lecturas diarias:

  • Primera Lectura

    Eclesiástico 47:2-11

    2Como enjundia separada en sacrificio pacífico,
    así lo fue David entre los hijos de Israel.
    3Jugó con leones como si fueran cabritos,
    y con osos, como si fueran corderos.
    4En su juventud, ¿no mató al gigante
    y quitó el oprobio del pueblo,
    5al girar la piedra con la honda
    y abatir la arrogancia de Goliat?
    6Invocó al Dios Altísimo,
    que le puso fuerza en su diestra para eliminar a un fuerte guerrero y levantar el poder de su pueblo.
    7Así le dieron gloria por los diez mil,
    le alabaron con las bendiciones del Señor y le ofrecieron la corona de gloria.
    8Quebrantó por doquier a los enemigos;
    humilló a los adversarios filisteos, destrozó su poder hasta el día de hoy.
    9En todas sus acciones daba gracias
    al Santo Altísimo con palabras gloriosas;
    10le entonó cánticos con todo su corazón
    y amó a Dios, su Creador.
    11Dispuso los coros de salmistas ante el altar,
    y con sus sonidos hizo armonioso el canto.
    12Confirió esplendor a las celebraciones,
    embelleció el ciclo de solemnidades hasta el fin de año, mandó alabar el Nombre santo del Señor y que el Santuario resonase desde el amanecer.
    13El Señor le perdonó sus pecados,
    ensalzó su poder para siempre, le concedió el testamento regio y un trono de gloria en Israel.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 18:31, 47, 50-51

    31El camino de Dios es íntegro,
    la palabra del Señor, probada a fuego. Él es escudo para los que a Él se acogen.
    47¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
    ¡Exaltado sea el Dios de mi salvación!
    50Por eso, ¡Señor!, te alabaré entre las gentes,
    y cantaré en honor de tu Nombre.
    51Él hace grandes las victorias de su rey
    y tiene misericordia de su Ungido, de David y su descendencia por siempre. 

  • Evangelio

    Marcos 6:14-29

    14Llegó esto a oídos del rey Herodes, pues su nombre se había hecho famoso, y decía:
    —Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos, y por eso actúan en él unos poderes.
    15Otros decían:
    —Es Elías. Otros, en fin, decían: —Es un profeta, igual que los demás profetas.
    16Pero cuando lo oyó Herodes decía:
    —Éste es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado.
    17En efecto, el propio Herodes había mandado apresar a Juan y le había encadenado en la cárcel a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo; porque se había casado con ella
    18y Juan le decía a Herodes: «No te es lícito tener a la mujer de tu hermano».
    19Herodías le odiaba y quería matarlo, pero no podía:
    20porque Herodes tenía miedo de Juan, ya que se daba cuenta de que era un hombre justo y santo. Y le protegía y al oírlo le entraban muchas dudas; y le escuchaba con gusto.
    21Cuando llegó un día propicio, en el que Herodes por su cumpleaños dio un banquete a sus magnates, a los tribunos y a los principales de Galilea,
    22entró la hija de la propia Herodías, bailó y gustó a Herodes y a los que con él estaban a la mesa. Le dijo el rey a la muchacha:
    —Pídeme lo que quieras y te lo daré.
    23Y le juró varias veces:
    —Cualquier cosa que me pidas te daré, aunque sea la mitad de mi reino.
    24Y, saliendo, le dijo a su madre:
    —¿Qué le pido? —La cabeza de Juan el Bautista —contestó ella.
    25Y al instante, entrando deprisa donde estaba el rey, le pidió:
    —Quiero que enseguida me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.
    26El rey se entristeció, pero por el juramento y por los comensales no quiso contrariarla.
    27Y enseguida el rey envió a un verdugo con la orden de traer su cabeza. Éste se marchó, lo decapitó en la cárcel
    28y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha y la muchacha la entregó a su madre.
    29Cuando se enteraron sus discípulos, vinieron, tomaron su cuerpo muerto y lo pusieron en un sepulcro.

  • Primera Lectura

    1 Corintios 1:26-31

    26Considerad, si no, hermanos, vuestra vocación; porque no hay entre vosotros muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
    27sino que Dios escogió la necedad del mundo para confundir a los sabios, y Dios eligió la flaqueza del mundo para confundir a los fuertes;
    28escogió Dios a lo vil, a lo despreciable del mundo, a lo que no es nada, para destruir lo que es,
    29de manera que ningún mortal pueda gloriarse ante Dios.
    30De Él os viene que estéis en Cristo Jesús, a quien Dios lo hizo para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención,
    31para que, como está escrito: El que se gloría, que se gloríe en el Señor.

  • Salmo Responsorial

    Salmo 31:3-4, 6, 8, 16, 17

    3Inclina tu oído hacia mí,
    date prisa en socorrerme. Sé para mí la roca de refugio, el alcázar firme de mi salvación;
    4porque Tú eres mi peña, mi fortaleza:
    por honor de tu Nombre, dirígeme y guíame;
    6En tus manos encomiendo mi espíritu:
    Tú, Señor, Dios fiel, me has rescatado.
    8Me alegraré y me gozaré en tu misericordia,
    pues te has fijado en mi miseria, has comprendido la angustia de mi alma,
    16Mi suerte está en tu mano;
    líbrame de la garra de mis enemigos y de mis perseguidores.
    17Haz brillar tu rostro sobre tu siervo;
    por tu misericordia, sálvame.

  • Evangelio

    Lucas 9:23-26

    23Y les decía a todos:
    —Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día, y que me siga.
    24Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará.
    25»Porque ¿de qué le sirve al hombre haber ganado el mundo entero si se destruye a sí mismo o se pierde?
    26Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras, de él se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria y en la del Padre y en la de los santos ángeles.